Pocos consejos se han anclado con tanta fuerza en nuestro imaginario colectivo como el que defiende la copita de vino diaria, pero un cardiólogo lo tiene meridianamente claro. Esa costumbre tan nuestra, tan de sobremesa familiar, esconde una realidad que este experto en salud cardiovascular quiere aclarar; el consumo de alcohol, por mínimo que sea, aumenta el riesgo cardiovascular. ¿Y si todo lo que creíamos saber sobre esa copa protectora fuera en realidad un peligroso espejismo que llevamos décadas aceptando?
Seguro que lo has oído mil veces en boca de amigos, familiares e incluso de algún que otro profesional desactualizado: «una copita al día es buena para el corazón». Sin embargo, los datos científicos actuales son rotundos y la creencia popular carece de base científica sólida y se apoya en mitos muy arraigados. Este especialista en el corazón destapa una verdad que choca frontalmente con nuestras tradiciones, una que necesitamos escuchar para proteger de verdad nuestra salud.
1¿DE DÓNDE VIENE LA MENTIRA MÁS GRANDE SOBRE EL VINO?

La idea no surgió de la nada, sino de una astuta combinación de marketing y de estudios científicos mal interpretados que nos vendieron una historia muy atractiva. Durante años, la industria promocionó estudios observacionales con serios sesgos metodológicos que asociaban erróneamente el bajo consumo con beneficios. Un facultativo especialista en cardiología señala que estos trabajos no consideraban que muchos abstemios lo eran por problemas de salud previos, falseando la comparación.
El famoso resveratrol, ese antioxidante presente en la piel de la uva, fue el gran protagonista de este relato casi perfecto que todos queríamos creer. La realidad, por desgracia, es mucho menos poética, ya que los supuestos beneficios del resveratrol son prácticamente nulos en las dosis que contiene una copa de vino. Para obtener un efecto relevante, como explica este profesional de la cardiología, necesitaríamos beber cantidades industriales, anulando cualquier ventaja por el daño del propio alcohol.