Un cardiólogo alerta: el vino en la comida no es sano, por qué es un riesgo que hemos convertido en costumbre

• Cualquier consumo de alcohol, por mínimo que sea, aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares, hipertensión y cáncer.
• La verdadera protección para el corazón reside en una dieta mediterránea real y un estilo de vida activo, no en el alcohol.

Pocos consejos se han anclado con tanta fuerza en nuestro imaginario colectivo como el que defiende la copita de vino diaria, pero un cardiólogo lo tiene meridianamente claro. Esa costumbre tan nuestra, tan de sobremesa familiar, esconde una realidad que este experto en salud cardiovascular quiere aclarar; el consumo de alcohol, por mínimo que sea, aumenta el riesgo cardiovascular. ¿Y si todo lo que creíamos saber sobre esa copa protectora fuera en realidad un peligroso espejismo que llevamos décadas aceptando?

Seguro que lo has oído mil veces en boca de amigos, familiares e incluso de algún que otro profesional desactualizado: «una copita al día es buena para el corazón». Sin embargo, los datos científicos actuales son rotundos y la creencia popular carece de base científica sólida y se apoya en mitos muy arraigados. Este especialista en el corazón destapa una verdad que choca frontalmente con nuestras tradiciones, una que necesitamos escuchar para proteger de verdad nuestra salud.

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LA PARADOJA FRANCESA: ¿UN CUENTO BIEN VENDIDO?

El concepto de la ‘paradoja francesa’ fue clave para popularizar el vino como algo saludable, pero este cardiólogo explica por qué es una de las falacias mejor construidas de la nutrición moderna. Fuente Freepik.

Durante décadas, nos fascinó la idea de que los franceses, con su dieta rica en quesos y grasas saturadas, tenían menos infartos gracias al consumo regular de vino tinto. Sin embargo, la menor incidencia de enfermedades coronarias en Francia se debía a un patrón dietético global y no al alcohol. Este médico del corazón aclara que factores como un mayor consumo de vegetales, legumbres y grasas saludables eran los verdaderos protectores de su sistema cardiovascular.

El foco se puso intencionadamente en el vino, desviando la atención de lo que de verdad importaba en su estilo de vida y creando un titular irresistible. Fue una simplificación muy conveniente para la industria, pero la realidad es que su estilo de vida, con más actividad física y menos ultraprocesados, era la auténtica clave del misterio. Un cardiólogo con experiencia sabe que no hay atajos mágicos ni bebidas milagrosas para conseguir una buena salud.

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