La rutina nocturna recomendada por psicólogos para dormir mejor y calmar la mente, dejando atrás el estrés del día

Los psicólogos recomiendan que sigas estos consejos para mejorar tu rutina nocturna y logres tener un sueño reparador''

La rutina nocturna es mucho más que una serie de pasos antes de ir a la cama; se trata de un hábito que influye directamente en la calidad del sueño y en el bienestar mental. Psicólogos y expertos en salud coinciden en que crear un ambiente adecuado y preparar al cuerpo para descansar es clave para conciliar un sueño profundo y reparador. En un mundo donde el estrés y las preocupaciones son parte del día a día, contar con una rutina nocturna adecuada se convierte en una herramienta fundamental para desconectar y cuidar la salud mental.

Cada persona tiene sus propios rituales antes de dormir, pero los especialistas sugieren que hay ciertas prácticas universales que ayudan a calmar la mente, como reducir el uso de pantallas e incorporar técnicas de relajación, acciones que forman parte de una rutina nocturna pensada para crear un puente entre la actividad diaria y el descanso. Lo interesante es que no requiere grandes cambios, sino pequeños ajustes constantes que pueden transformar la manera en que se vive la noche.

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Crear un ambiente propicio para el descanso

»Un ambiente adecuado y limpio es importante para tu rutina nocturna». Fuente: Pexels

La rutina nocturna no puede estar completa sin un entorno adecuado. La temperatura de la habitación, la iluminación y el orden del espacio juegan un papel esencial en la forma en que el cuerpo se prepara para dormir. Una habitación fresca, oscura y libre de ruidos favorece que el organismo entre en un estado de relajación más rápido, permitiendo que el sueño sea más profundo y continuo.

Los expertos también recomiendan mantener un espacio limpio y organizado, ya que el desorden visual puede generar incomodidad y distracciones que retrasan la conciliación del sueño. De esta manera, integrar en la rutina nocturna acciones tan simples como ventilar la habitación, acomodar la cama o usar aromas suaves como la lavanda puede marcar una gran diferencia.

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