A medida que las llamas devoran miles de hectáreas en varias comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, desde Génova 13 se repite la estrategia que utilizaron con la dana en la Comunidad Valenciana: eludir responsabilidades, minimizar los recortes y utilizar las televisiones autonómicas como instrumento de propaganda para culpar al Gobierno central.
Los incendios forestales que asolan Galicia, Castilla y León, Andalucía y otras regiones han expuesto no solo las deficiencias en la gestión autonómica de las emergencias, sino también el preocupante uso partidista de los medios públicos. Mientras los vecinos luchan con medios precarios para contener el fuego, las televisiones autonómicas, en manos del PP, parecen más centradas en maquillar la situación que en informar con rigor.
TELEVISIÓN DE GALICIA
Uno de los ejemplos más escandalosos se ha vivido en Galicia. El pasado domingo 17 de agosto, a las 13:40 horas, mientras La 1, el Canal 24h y múltiples medios ofrecían en directo la comparecencia del presidente del Gobierno y del presidente de la Xunta tras una reunión urgente por los incendios, la TVG reponía ‘Bailamos celebrity0, un programa de entretenimiento sin relación alguna con la catástrofe que afecta a decenas de miles de hectáreas.
Dos días después, el magazine ‘O Termómetro’, emitido en plena emergencia con siete fuegos activos, centraba sus contenidos en temas triviales: un niño mordido por un perro, una plaga de pulgas y una fuente contaminada. Nada sobre las decenas de municipios en alerta ni sobre los testimonios desesperados de los vecinos. Solo los informativos abordan el desastre, pero lo hacen bajo fuertes sospechas de manipulación.
El comité intercentros de la CRTVG ha denunciado públicamente la censura de testimonios críticos con la Xunta, asegurando que se han dado instrucciones expresas para evitar declaraciones sobre la falta de medios o quejas de los vecinos. Al contrario, se permite, y se promueve, cargar contra el Ejecutivo central.
Por todo ello, los trabajadores han exigido la dimisión de los responsables de informativos, y el PSOE ha solicitado explicaciones en el Parlamento gallego.
CANAL SUR
En Andalucía, la cobertura del incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba ha generado una nueva oleada de indignación. Mientras ardía uno de los monumentos Patrimonio de la Humanidad más emblemáticos del país, Canal Sur continuaba con su programación deportiva.
No hubo ni un breve avance informativo durante su emisión de El Tiempo, y la retransmisión taurina de Marbella comenzó como si nada estuviera ocurriendo. No fue hasta las 23:40, casi dos horas después del inicio del fuego, cuando se interrumpió la emisión para mostrar imágenes del incendio.

Las redes sociales estallaron. Pablo Fernández, portavoz de Podemos, calificó de «vomitivo» que Canal Sur ignorara una tragedia patrimonial de esa magnitud. «Debería conllevar ceses y dimisiones», escribió en su cuenta de X (antes Twitter). Canal Sur se limitó a excusarse sin asumir responsabilidades.
TELEMADRID
La Comunidad de Madrid tampoco escapa a este patrón. Telemadrid ha sido señalada en repetidas ocasiones por su línea editorial tendenciosa, especialmente en los ‘Telenoticias’. La cadena ha insistido en responsabilizar al Gobierno de Pedro Sánchez de cualquier insuficiencia o retraso en la gestión de las emergencias, ignorando las competencias autonómicas en protección civil, medio ambiente o recursos forestales.
Durante la reciente ola de incendios, la narrativa ha sido clara: el Gobierno central no ayuda lo suficiente o no se implica, mientras se pasa de puntillas por el impacto que han tenido los recortes en prevención o el abandono de los dispositivos forestales en manos de las comunidades.
CHIVO EXPIATORIO
En medio de este clima tóxico, el PP ha puesto el foco en Virginia Barcones, directora general de Protección Civil del Gobierno, a la que han responsabilizado directamente de la situación. Elías Bendodo, uno de los principales portavoces del partido, llegó a calificarla de «pirómana más».
Esta afirmación gravísima no solo falta al respeto a una funcionaria pública, sino que busca desviar el foco de las comunidades que gobierna su propio partido. La elección de Barcones como objetivo responde a una estrategia conocida: personalizar las culpas, desviar la atención mediática y erosionar la autoridad del Gobierno central en la opinión pública.
Lo que no se menciona es que las competencias en la gestión directa de los incendios están, en gran medida, transferidas a las comunidades.