El resfriado que llega con el cambio de estación es uno de los principales factores por los que muchas personas temen. Pero, ¿y si te digo que el limón es la clave? Sí, como lees, es una fruta cítrica que es capaz de reforzar todo tu sistema inmunológico con tan solo unas cuantas dosis a la semana. Con esto no quiero decir que debas chupar todos los días un limón entero, mucho cuidado con esto, más bien es cómo este ingrediente natural se puede incluir en casi todo para mejorar la salud.
Estudios recientes afirman que cerca de 1970 el limón era un ingrediente indispensable en casi todas las cocinas del mundo, pero en la actualidad su consumo se ha visto disminuido hasta un 40% menos. Mientras tanto, síntomas como la inflamación, anemia, el sobrepeso crónico y la depresión aumentaron en la población mundial. ¿Casualidad?, muchos expertos en salud lo duda; pero lo que si tenemos claro es que existen muchas formas de incluir el limón para reforzar tu sistema respiratorio.
RECETA PARA ALEJAR EL RESFRIADO DE INVIERNO
Para mantener el resfriado a raya solo necesitas integrar a tu rutina agua con limón. Esta combinación, que aunque parezca tan simple, es muy popular por mejorar la circulación, aportar más energía y mejorar la concentración. No necesitas de recetas raras, solo de un vasito tipo shot el cual llenarás hasta la mitad de agua y le exprimes el zumo de un limón.
Beber un shot de estos todos los días en ayunas, no solo te aporta la cantidad necesaria de vitamina C para reforzar tus defensas, sino que también sirve como un poderoso quemador de grasa. Por su parte, añadir ralladura de limón a tus ensaladas, yogur o hacerla en infusión, aumenta la absorción de antioxidantes hasta un 25% más que los suplementos comerciales.
LA PROTEÍNA ES CLAVE PARA EVITAR EL RESFRIADO
La proteína no es únicamente un componente para desarrollar músculo; también es la base de un sistema inmunológico robusto, por eso es tan importante en tu dieta para evitar los resfriados. Estudios como los publicados en La Revista Estadounidense de Nutrición Clínica (2021) aseguran que una dieta que incluya la ingesta de 1.2 a 2.0 gramos por kilo de peso corporal, puede llegar a marcar la diferencia en cómo nuestro cuerpo combate infecciones.
Este nutriente, en el invierno, se transforma en una suerte de escudo olvidado que muchos podrían estar pasando por alto, exponiendo sus defensas al clima cuando los virus como la gripe y el resfriado común se propagan. El consumo de carne, pescado y huevo es indispensable en tu dieta. De esta forma, los virus de invierno que están al acecho seguirán de largo.
Por su parte, las fuentes de proteína vegetal como garbanzos, quinoa y lentejas son las más potentes para «casi» igualar la calidad de la proteína de origen animal. Esto se debe a que muchas son incompletas y requieren combinarlas con otros alimentos para aprovechar las ventajas. Mientras que los pescados grasos como el salmón, son una fuente de proteína que también es rica en omega-3, un plus para la salud cardiovascular.
