El desnorte mediático a la izquierda del PSOE compromete a Sumar

Este pasado miércoles, el periodista José Manuel Martín Medem presentó en la sede del Club de Amigos de la Unesco su último libro, ‘Cincuenta años contra RTVE (1975/2025). Del desastre del bipartidismo al decretazo del gobierno de coalición’ (Ediciones El Boletín, 2025).

El exconsejero de RTVE explicó en el acto que la izquierda estatal, a la izquierda del PSOE, sufre un cronificado problema en el campo mediático, que se evidencia en que Sumar, en su confección, creó múltiples grupos de trabajo y ninguno estaba relacionado con el mundo de la información; Izquierda Unida lanzó el proyecto Convocatoria por la Democracia, ayuno de temas mediáticos; y el Partido Comunista de España reformuló su plan político y no hubo una sola línea sobre este campo.

Piensa Martín Medem que Podemos no cree que RTVE «tenga solución» y que ha preferido presencia en tertulias para las estrellas de Canal Red a frenar el decretazo que colocó en la presidencia de la Corporación pública, con plenos poderes, a José Pablo López, quien ha disparado la audiencia de La 1 al mismo tiempo que ha sesgado su parrilla en favor del PSOE. Podemos, al menos, ha exigido cuotas de tertulianos. «Sumar, ni eso», explica el periodista y excorresponsal de TVE.

Publicidad

LAS TRES VECES DE LA IZQUIERDA EN RTVE

Martín Medem recuerda que la izquierda transformadora ha tenido tres momentos clave en el último medio siglo de RTVE: en 1980, un bloque de trabajadores comunistas en el ente público frenó los deseos de Santiago Carrillo de que el PCE apoyase el pacto firmado entre UCD y el PSOE, que supuso que el partido que tuviese el poder en España tuviera el control de la radiotelevisión estatal.

WhatsApp Image 2025 10 29 at 19.24.01 Moncloa
Presentación del libro ‘Cincuenta años contra RTVE’. Foto: Pedro Pérez Bozal.

A mediados de los 90, Martín Medem (convertido en consejero de RTVE con el apoyo de Julio Anguita y Felipe Alcaraz, pese a los vaivenes de Rosa Aguilar) fue clave para frenar el proyecto del entonces director general de RTVE, Jordi García Candau, que implicaba despidos, recorte de producción propia y tijeretazo presupuestario.

El autor de ‘Cincuenta años contra RTVE’ también fue designado consejero en 2021 por Unidas Podemos, por decisión de Pablo Iglesias, pero Martín Medem asegura que lo dejaron «solo» y que, cuando el PSOE perdió el control del Consejo de Administración (con lo cual era la primera vez que el Gobierno de España no tenía ordeno y mando en este órgano), Sumar y Podemos votaron a favor del decretazo que ha conllevado la gubernamentalización de RTVE.

Esta gubernamentalización no parece favorecer a Yolanda Díaz, que no deja de perder fuerza en los sondeos tras desechar tener cuota en RTVE y, al igual que hizo Manuela Carmena, preferir abrazarse a los dos grandes grupos mediáticos antipablistas: Atresmedia y Prisa.

DE DÓNDE VENIMOS

El Partido Comunista de España ejerció como faro antifranquista durante cuatro décadas y trabajó muy bien el campo mediático frente al Régimen fascista con proyectos como el clandestino Mundo Obrero o las emisiones de Radio España Independiente (La Pirenaica), que mantuvo encendida la voz republicana desde Bucarest.

Sin embargo, la miopía política carrillista en la Transición (durante la que hizo demasiadas renuncias a cambio de muy poco mientras no supo leer la modernización de España al presentar unas candidaturas más propias de 1950 que de 1977) también se extendió a la materia mediática.

Publicidad

Carrillo se dejó cegar por los flashes «enemigos», en vez de utilizarlos como luego hicieron Julio Anguita (convertido en héroe ético por la prensa antifelipista) o Pablo Iglesias (que atesoró un valioso capital mediático en tertulias derechistas, que lograban audiencia a cambio de regalarle un tirón que le sirvió para traducir electoralmente la fuerza del 15M).

El fracaso del salto de Mundo Obrero a la edición diaria y el naufragio de la revista afín La Calle dejaron al PCE sin armas mediáticas, tal y como denunciaba con tino el casi siempre lúcido Manolo Vázquez Montalbán.

Anguita tuvo que torear después en un entorno polarizado entre el ciego felipismo (Prisa y RTVE) y el feroz Sindicato del Crimen, y después la izquierda transformadora se quedó tan huérfana de medios que el 15M se vio en la televisión española por la reaccionaria Intereconomía TV.

Gaspar Llamazares llegó a pedirle a Prisa que quería que le hicieran un guiñol de Canal+, lo cual agudizó su imagen inconsistente; Cayo Lara no tenía interés por el campo mediático; e Iglesias se subió a la ola de La Sexta y compañía, pero luego desatendió la creación de medios propios hasta que fue demasiado tarde.

Tras una fallida intentona, La Última Hora, y después de la salida de Iglesias de la política institucional, el exvicepresidente impulsó el pódcast La Base, lanzó la televisión Canal Red (con presencia en la TDT madrileña y segunda sede en Ciudad de México), puso en marcha el periódico Diario Red y ha hecho hueco a los rostros de este grupo en RTVE.

Dice Martín Medem que Iglesias le ha reconocido que una de sus penas es no haber logrado convencer a «los suyos» de la importancia del campo mediático, que, tras el acercamiento de eldiario.es, InfoLibre y Público al PSOE, ha dejado al postcomunismo con el alimento de El Salto, Canal Red y lo que dure la visibilidad que tiene Iglesias en RTVE.

La falta de editores de izquierdas en Madrid, motivada porque el Ibex 35 y las autonomías bipartidistas giran el tablero en favor a la prensa derechista, convierte al ecosistema mediático español en ideológicamente tuerto, a excepción de los dos territorios en los que sí hay una agenda mediática propia y referentes de masas: los contestatarios territorios forales y Cataluña.

Publicidad
Publicidad