La sede del Partido Popular de La Rioja fue el escenario de una contundente comparecencia, como viene siendo habitual, de la vicesecretaria de Regeneración Institucional del PP, Cuca Gamarra, quien, tras reunirse con entidades del tercer sector y del ámbito de la infancia, elevó el tono de la confrontación política exigiendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que dé «explicaciones ya» ante lo que calificó como una «espiral de delincuencia» que envuelve a su Ejecutivo. Todo enmarcado en la estrategia de derribo del PP contra el debilitado Gobierno de coalición y marcado por la espiral de casos de corrupción y acoso sexual que merodean a los miembros del PSOE.
Gamarra, en una crítica feroz al silencio gubernamental frente a los recientes escándalos, insistió en que debería ser el propio Pedro Sánchez quien compareciera a petición propia en el Congreso de los Diputados. La dirigente popular se preguntó con incredulidad: «¿Cómo va a estar el Gobierno callado cuando la Guardia Civil está acudiendo a empresas públicas y ministerios?», y advirtió del «espectáculo de degradación» institucional y política que esta situación está generando.
La portavoz del PP puso el foco no solo en el Gobierno, sino también en el resto de los grupos parlamentarios, a los que interpeló directamente para que se sumen a la petición de comparecencia del jefe del Ejecutivo. Con dureza, Gamarra sentenció que «no pedir hoy explicaciones los hace tan cómplices y tan responsables como a los miembros del Gobierno». La advertencia fue clara y directa a los socios de la coalición: «Que nadie crea que puede seguir siendo socio de Sánchez y que no le afecten todos los escándalos de corrupción que se están destapando».
LA DELINCUENCIA MARCA LA REALIDAD POLÍTICA
Para Gamarra, la realidad política española en estos momentos está marcada por un trípode de «corrupción, machismo y extorsión». La vicesecretaria cuestionó la sostenibilidad de la situación al preguntarse «hasta cuándo se puede seguir viendo cómo interviene la Guardia Civil con redadas, detenciones y peticiones de documentación» que afectan directamente al Gobierno, calificando el escenario de «insostenible».
La dirigente riojana recordó la imparable sucesión de episodios judiciales y policiales que salpican a la esfera gubernamental, citando las intervenciones en Hacienda, Transición Ecológica y Correos, sumadas a las de jornadas previas en Enusa y la SEPI. La incertidumbre sobre el próximo destino de las investigaciones policiales fue el eje de una de sus preguntas más incisivas: «¿Cuántas redadas, detenciones, condenas y encarcelaciones tienen que producirse para que Pedro Sánchez asuma su responsabilidad y convoque elecciones?». La exigencia de responsabilidad al presidente se convierte así en la pieza central de su discurso.
El «sanchismo» fue acusado por Gamarra de ser el responsable de una «descomposición institucional, política y moral» que atraviesa España. La petición del Partido Popular es clara: la nación necesita un Gobierno que dirija sus esfuerzos a resolver los problemas reales de los españoles, en lugar de uno que parezca obsesionado con anticipar «quién será el próximo que va a dormir en un calabozo».
La portavoz del PP dedicó un apartado de su intervención a enumerar, como un resumen de apenas 48 horas, una larga lista de sucesos que demuestran la gravedad de la crisis. Recordó la detención del «hombre de confianza» de la vicepresidenta Montero, la de la cúpula de Plus Ultra, «la empresa rescatada por Sánchez y vinculada a Zapatero y Venezuela«, o la apertura de juicio oral a Ábalos y Koldo. También señaló nuevos casos de acoso sexual en las filas socialistas y la detención del socio de Cerdán, Antxón Alonso, sin olvidar la admisión por parte de la UCM de haber «recibido presiones» para crear la cátedra de la esposa del presidente, Begoña Gómez.
En este contexto, Gamarra denunció la «hipocresía» del PSOE ante los presuntos casos de acoso sexual que han emergido en sus filas, afirmando que «el machismo y el acoso sexual es estructural dentro del Partido Socialista». La crítica se centró en la doble vara de medir: «Los que alardeaban de feminismo son los mismos que tiraban a las papeleras las denuncias de acoso». La vicesecretaria concluyó este punto con una amarga reflexión: «Han cambiado decir a las mujeres que denunciemos a decirnos que calladitas estamos más guapas», resumiendo que el sanchismo es sinónimo de «corruptos y personas con conductas morales que no son admisibles».
PROTECCIÓN DE MENORES
Finalmente, Gamarra abordó el tema de la protección de los menores en el entorno digital, una materia de «máxima relevancia social y de máxima importancia» que fue objeto de su reunión previa. La dirigente defendió las enmiendas presentadas por el PP al proyecto de ley de protección al menor del Gobierno. Subrayó la necesidad de aplicar principios básicos como la responsabilidad de las plataformas digitales y los fabricantes, el impulso a la educación y la prevención, y una política de «tolerancia cero con el delito digital» mediante reformas legales y en el Código Penal. Además, hizo hincapié en la corresponsabilidad social y en la necesidad de poner en el foco la salud mental y la privacidad de los menores.
Entre las peticiones concretas, Gamarra abogó por la puesta en marcha de mecanismos de verificación de edad, etiquetados visibles y la detección temprana de conductas lesivas o delictivas, como el riesgo para la integridad de los menores o la incitación al suicidio. Una de las propuestas más destacadas del PP fue la de prohibir el acceso a redes sociales a los menores de 16 años, permitiéndolo solo para el rango de edad entre 14 y 16 siempre que cuenten con el «consentimiento expreso y verificable de los padres».
