La elección más sana en el pasillo de cereales de Mercadona, según una experta en nutrición

Elegir cereales en Mercadona puede parecer sencillo, pero no lo es tanto cuando el marketing entra en juego, y puede engañarnos con una simple portada. Una nutricionista ha analizado uno a uno los más habituales del supermercado y nos ha dejado claro que no todo lo que parece saludable lo es, y que la mejor opción está en los productos más simples y menos procesados.

Mercadona se ha convertido desde hace años en un referente para millones de consumidores que buscan llenar la despensa sin disparar el presupuesto, pero cuando uno se detiene frente al pasillo de los cereales muchas veces se hace la pregunta: ¿cuáles son realmente saludables y cuáles solo lo parecen? Entre envases atractivos y reclamos como “0% azúcares”, no siempre es fácil distinguir una buena elección de una trampa bien maquillada, algo que preocupa cada vez más a quienes intentan cuidar su alimentación desde primera hora del día.

En ese contexto, Mercadona vuelve a estar en el centro del debate gracias al análisis de la nutricionista Sol Velasco, que ha puesto orden en el caos a través de un ranking claro y directo. Su conclusión es que no todos los cereales que parecen sanos lo son, y lo más conveniente es mirar más allá del marketing para saber qué estamos comprando realmente cuando metemos una caja en el carrito.

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Avena, espelta y las falsas apariencias saludables

“Avena Crunchy”. Fuente: Mercadona

La avena crunchy de Mercadona se coloca un escalón por debajo, aunque sigue siendo una opción razonable, porque contiene algo menos de fibra, pero a cambio de ello incorpora una pequeña cantidad de azúcar que no resulta excesiva, lo que la convierte en una alternativa aceptable para el día a día sin grandes sobresaltos nutricionales.

Muy distinto es el caso de los muesli con quinoa, chía o chocolate negro, que juegan con una imagen de producto premium. Según Velasco, en Mercadona estos cereales esconden más azúcar del deseable, menos fibra y proteínas de las que prometen, y además recurren a jarabes de glucosa y fructosa. Una combinación que desmonta su aura saludable y los deja fuera de las recomendaciones habituales.

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