Los raviolis más originales con los que darse un capricho

Rellenos de carne o de pescado, los raviolis son siempre una apuesta segura. Aquí tienes nuestra selección de los raviolis más impresionantes. No te defraudarán.

  • Rellenos de carne o de pescado, los raviolis son siempre una apuesta segura.
  • Aquí tienes nuestra selección de los raviolis más impresionantes. No te defraudarán.

Los raviolis son una pasta tradicional italiana que tal como otros platos salados y dulces de este país, se han dado a conocer alrededor del mundo. Esta masa de pasta rellena, cuenta con diferentes estilos de relleno y presentación. Sin embargo, la más famosa es el típico cuadrado que se sirve acompañado de salsas o caldos a nivel mundial. 

A nosotros nos encantan y, para que no te pierdas ninguno, aquí te presentamos los más originales que hemos encontrado. ¡A disfrutar!

Candela Restaurante

Candela
Ravioli de bogavante con salsa marinera

Situado en la calle Uruguay 1, en pleno barrio de Chamartín, Candela Restaurante se ha consolidado como uno de los restaurantes de referencia en la capital. Su cocina, de mercado con productos de alta calidad, ha conquistado el corazón de los madrileños. Entre sus especialidades no te puedes perder sus raviolis de bogavante con salsa marinera.

Candela Restaurante cuenta con dos ambientes diferenciados. En la planta superior o planta calle se encuentra la zona de barra, con mesas altas y pantallas para ver el fútbol. Aquí funciona, en horario ininterrumpido, una carta de formato más informal que permite disfrutar de un tapeo de calidad en buena compañía. La terraza en la parte exterior es idónea para tomar una caña, ahora con estufas para combatir el frío del invierno.

Zalacaín

Zalacain
Raviolis rellenos de foie con salsa de trufa

Muy pocos restaurantes en España y en el mundo pueden enorgullecerse de contar con una trayectoria tan relevante como la de Zalacaín. Templo gastronómico por excelencia, sinónimo de una experiencia gastronómica única y punto de encuentro de personalidades de todos los ámbitos desde su fundación hace casi cincuenta años, Zalacaín ha reabierto sus puertas tras unos meses cerrado para recuperar lo mejor de su esencia y apostar en firme por reconquistar el lugar que le pertenece en el territorio de los grandes restaurantes a nivel internacional.

 

Los comensales que reserven ahora en Zalacaín se encontrarán con que el alma del restaurante permanece prácticamente intacta e incluso, yendo un paso más allá, este nuevo Zalacaín conecta con sus orígenes más auténticos, los de su primera etapa. Para los amantes de la pasta., es recomendable pedir sus raviolis rellenos de foie con salsa de trufa o su canelón de ternera y pato con ensalada cítrica.

Molino de Alcuneza

Molino de Alcuneza
Ravioli de perdiz de tiro estofada a la toledana con cremoso de zanahorias de nuestro huerto

Dirigido por los hermanos Blanca y Samuel Moreno, el restaurante Molino de Alcuneza es el corazón del hotel homónimo, un establecimiento perteneciente a la prestigiosa asociación Relais & Châteaux y que engloba 17 habitaciones, un spa y amplios jardines con piscina exterior. Su historia se remonta a 1992, cuando los padres de Blanca y Samuel decidieron comprar un molino de piedra del siglo XV a las afueras de Sigüenza (Guadalajara) y rehabilitarlo para transformarlo en un coqueto hotel boutique. Poco a poco y gracias al empuje de los dos hermanos, que pronto tomaron las riendas del negocio familiar, el establecimiento fue convirtiéndose en todo un referente de la hostelería gracias a su ubicación privilegiada en pleno campo, a una cuidada decoración de inspiración rústica, a la atención exquisita que brindan sus anfitriones y a una gastronomía de altura asentada en las bases de la cocina de proximidad. 

En lo culinario, Molino de Alcuneza apuesta por una cocina de autor que tiene sus raíces en la cocina tradicional más serrana que manchega y en productos sostenibles; esto es, de temporada, de pequeños productores locales en pro de una economía circular y en muchos casos de producción ecológica o, al menos, lo más respetuosa con el entono posible (trigos antiguos recuperados y harinas ecológicas para los panes, caza local, quesos, embutidos, legumbres, miel y setas del entorno, verduras de su huerto, escabeches caseros, etc.).

Quienes disfruten de la pasta no pueden dejar pasar sus raviolis de perdiz estofada a la toledana con trufa negra. ¡Increíbles!

Arallo

Madrid
Arallo

Arallo Taberna es un espacio moderno y con aire industrial –tuberías vistas, revestimientos de cemento y paredes que recuerdan a los grandes contendedores de los puertos– que transmite juventud, informalidad y buenas energías. Su música te hace vibrar por dentro y desde prácticamente todas las mesas del local puede verse a un risueño equipo trabajando en la cocina vista. Cuenta también con una buena carta de vinos por copas y por botellas cuyas cerca de 40 referencias han sido cuidadosamente escogidas por Carlos Olmo, sumiller y jefe de sala que ha trabajado a las órdenes de Pepe Solla, Sergi Arola y Carlos Abellán.

Sus raviolis de cocido son una maravilla. Para ello, trituran el cocido gallego tradicional con el que rellenan sus raviolis cocidos en el propio caldo del cocido. Se sirven con garbanzos, caldo y la típica ajada gallega con hoja de kale frita.

Premiata Forneria Ballaró

Madrid
Zlikrofi

 Premiata Forneria Ballarò se ubica en la calle Santa Engracia 90, a la altura de Ponzano, en esa zona de Chamberí que concentra la ‘little Italy’ de la capital. Nació hace cinco años de la mano de un veterano equipo formado por el chef palermitano Angelo Marino (creador de La Taverna Siciliana) y Rafa Vega (exdirectivo del mundo del marketing y fundador de otro mítico italiano, Più di Prima), que se aliaron como socios cuando Angelo ya regentaba su Mercato Ballarò, hoy considerado como uno de los grandes comedores italianos en Madrid.

Allí, se pueden degustar unos deliciosos Zlikrofi, es decir, raviolis caseros típicos de la zona entre Friuli-Venecia Julia y Eslovenia rellenos de patata, lardo, panceta y cebolla. Se sirven ligeramente planchados acompañados con la reducción de nuestro caldo de carne y unas migas de pan frito.