Esos bailes y ese respaldo de Joan Baldoví se han convertido en la puntilla de Compromís. Según una encuesta realizada por el Grupo MERCA2, el partido nacionalista valenciano afronta su desaparición a nivel nacional a la par que se refleja el fuerte batacazo que se darían en las elecciones de la Comunidad Valenciana. El mejor de los casos daría a nivel nacional un parlamentario a Compromís. Pero otras encuestas reflejan que se reduciría a la mitad la presencia del partido nacionalista en el parlamento valenciano. Pese a que Joan Baldoví quiso respaldar a su compañera Mónica Oltra incluso con un baile después de que la dirigente política fuera imputada por presuntamente encubrir los abusos sexuales cometidos por su expareja a una menor de edad tutelada, la dirigente dimitió. Pero no parece que esto haya servido para nada.
En Unidas Podemos temen que Joan Baldoví se vea obligado a dejar el Congreso. Es cierto que el diputado goza de una buena imagen ante los suyos. No hay una sola voz que tenga una mala opinión de Baldoví, excepto cuando se le plantea su actitud ante el caso de Mónica Oltra. En Podemos lo ven como un ejercicio de lealtad y de convencimiento en la inocencia de su compañera, pero lo cierto es que la imagen del partido ha quedado tocada en la Comunidad Valenciana. Las encuestas autonómicas auguran un batacazo que llevaría a Compromís a perder casi la mitad de sus 17 diputados. Pero todas hablan de que el escándalo de Mónica Oltra ha tumbado la buena imagen de la que gozaba la formación nacionalista.
A nivel nacional, de momento, Compromís sobreviviría con un escaño. El problema es que la encuesta del Grupo MERCA2 deja claro que ese diputado está en una cuerda floja que podría hacer desaparecer el partido. Es cierto que hay voces en Podemos que aseguran que «harían hueco» a Joan Baldoví dado que le consideran un gran parlamentario, pero lo cierto es que no es un argumento que calme los ánimos en Compromís.
La culpa de que la formación se hunda la tiene, a ojos de muchos integrantes de Unidas Podemos, Mónica Oltra por la forma de actuar ante el escándalo. Es difícil encontrar a alguien en el entorno de Baldoví que dude de la inocencia de la ya exvicepresidenta de la Comunidad Valenciana. Muchos entienden que ha sido una «persecución» de la extrema derecha protagonizada por Cristina Seguí y otros que la justicia tiende a embarrar a la izquierda cuando tiene la más mínima oportunidad (en una conversación con Podemos la palabra lawfare sale a relucir en más de una ocasión). Pero lo que sí reconocen es que el baile de Mónica Oltra «sobró» y que la resistencia a dimitir ante la presión popular no ayudó a salvar la imagen de las siglas.
Sea como sea, los sondeos reflejan un batacazo electoral sin precedentes para Compromís que le llevará a perder la mitad de sus representantes en Valencia y a coquetear con la desaparición en el Congreso. Mónica Oltra ya ha desaparecido de la vida pública, pero el respaldo de Baldoví no ha sido especialmente positivo para la marca. Algunos entienden, según cuentan fuentes de Unidas Podemos, que el parlamentario se dejó llevar por su buena relación con Mónica hasta el punto de que olvidó las consecuencias públicas que tendría.
Pese a todo, en Unidas Podemos no están dispuestos a perder a Joan Baldoví como diputado. Ni en Unidas Podemos, ni mucho menos en Sumar, dado que Yolanda Díaz tiene una buena relación con el político de Compromís. De momento, hay más tensión por la posibilidad de que Podemos y Sumar no lleguen a un acuerdo que por cualquier otra cosa. Pero también es cierto que en esa guerra es más fácil que la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno sea la que gane la partida a los morados como la favorita y consiga la mayor parte de votos. La decisión ya quedará en manos de un Joan Baldoví.