Sanidad avisa del abuso de antibiĆ³ticos durante la pandemia

La prescripciĆ³n excesiva o inadecuada de tratamientos antibiĆ³ticos en el contexto de la pandemia de COVID-19 Ā«podrĆ­a facilitar el desarrollo de bacterias resistentes y reducir la eficacia de futuros tratamientos, por lo que debe extremarse la prudencia en la utilizaciĆ³n de este tipo de medicamentosĀ», segĆŗn las recomendaciones del Plan Nacional frente a la Resistencia a los AntibiĆ³ticos (PRAN), dependiente del Ministerio de Sanidad.

Aunque la COVID-19 es una infecciĆ³n vĆ­rica y, por tanto, no se trata ni se previene con antibiĆ³ticos, hay pacientes diagnosticados en los que existe confirmaciĆ³n o elevada sospecha de coinfecciĆ³n o sobreinfecciĆ³n bacteriana. Ā«En estos cuadros clĆ­nicos es inevitable considerar la prescripciĆ³n de tratamiento antibiĆ³ticoĀ», seƱala el PRAN en una nota.

En los casos de pacientes diagnosticados con COVID-19 con infecciĆ³n bacteriana confirmada o alta sospecha de ella, el PRAN recomienda al profesional sanitario buscar el asesoramiento del equipo Programa de OptimizaciĆ³n del Uso de AntibiĆ³ticos (PROA) del hospital o el Ć”rea de salud correspondiente; apoyar la decisiĆ³n clĆ­nica de la prescripciĆ³n de antibiĆ³ticos en valores indirectos (biomarcadores) que evidencien infecciĆ³n bacteriana como el valor de procalcitonina; o evitar profilaxis con antibiĆ³ticos de forma generalizada para prevenir neumonĆ­a bacteriana.

BACTERIAS Y VIRUS

Asimismo, y de acuerdo con las recomendaciones de la Agencia EspaƱola del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), instan a evitar la utilizaciĆ³n sistemĆ”tica de azitromicina en combinaciĆ³n con hidroxicloroquina en el tratamiento de COVID-19, ante la Ā«falta de evidencia de eficacia y los riesgos potencialesĀ». TambiĆ©n resaltan que hay recordar interacciones y toxicidad de los tratamientos; por ejemplo, prolongaciĆ³n del intervalo QT (macrĆ³lidos, quinolonas); interacciones catiĆ³nicas (doxiciclina, quinolonas) y otras interacciones medicamentosas (macrĆ³lidos, aminoglicĆ³sidos, quinolonas).

Por otra parte, Sanidad apunta que las infecciones de origen bacteriano en pacientes sin COVID-19 Ā«pueden pasar desapercibidas cuando toda la atenciĆ³n se centra en el abordaje de la pandemiaĀ». Ā«Resulta esencial considerar estas infecciones cuando se evalĆŗa a pacientes con fiebre y, especialmente, a pacientes aislados en su domicilioĀ», insisten.

En aquellos casos en los que se indique el uso de antibiĆ³ticos, afirman que los profesionales sanitarios deberĆ”n seguir las siguientes recomendaciones generales: Ā«Basar la elecciĆ³n del tratamiento antibiĆ³tico en las guĆ­as locales; Establecer la duraciĆ³n mĆ­nima posible del tratamiento antibiĆ³tico; Adecuar la dosis de antibiĆ³tico al tipo de infecciĆ³n y a las circunstancias del paciente; Considerar el cambio de vĆ­a parenteral de un tratamiento antibiĆ³tico a vĆ­a oral, un cambio con beneficios importantes ya que disminuye las infecciones asociadas a catĆ©teres y otras complicaciones derivadas de una hospitalizaciĆ³n prolongada; Reevaluar periĆ³dicamente (cada 24-48 horas) y ajustar el tratamiento antibiĆ³tico segĆŗn la evoluciĆ³n y los resultados microbiolĆ³gicosĀ».