El 70% de los recursos hĂdricos de AndalucĂa dependen del Gobierno, pero parece que Pedro Sánchez no tiene más intenciĂłn de gestionarlos siempre y cuando haya agua corriente en el Palacio de las Marismillas, en Doñana. En la Junta de AndalucĂa están visiblemente molestos por cĂłmo el Ejecutivo ha abandonado todas las comunidades autĂłnomas en las que el Partido Popular ha arrasado. Hay una sequĂa como nunca se habĂa visto, sĂ, pero queda muy agravada por la inacciĂłn del Gobierno en la utilizaciĂłn de los recursos hĂdricos de AndalucĂa. Esta regiĂłn se seca. Y los andaluces se quedan sin agua. Pero todos se quejan de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez prometiĂł infraestructura para mejorar el aprovechamiento y no se ha abordado absolutamente nada.
La sequĂa ha arrasado en España y no parece que en lo que queda de mes vaya a llover algo. Pero este no es el Ăşnico problema del que se quejan en AndalucĂa. El aprovechamiento de los recursos hĂdricos es un problema en esta regiĂłn. Cerca del 70% de estos recursos dependen del Gobierno y no están del todo bien aprovechado. No solo hablamos de presas, que tambiĂ©n, sino tambiĂ©n de plantas desaladoras que el Gobierno ha dejado en un segundo plano. En Marbella, por ejemplo, quien tomĂł la iniciativa para levantar esta planta fue JesĂşs Gil porque el Ejecutivo nunca tomĂł la iniciativa en este sentido. Y ahora que hay sequĂa empiezan a verse más agravadas las situaciones tanto de los cultivos como de los propios andaluces.
Sobre por quĂ© el Ejecutivo ha dejado para el Ăşltimo momento el tomarse en serio el aprovechamiento de los recursos hĂdricos en AndalucĂa tiene que ver, segĂşn fuentes de la Junta, con dos motivos: el primero y más importante que es el Partido Popular el que gobierna en AndalucĂa y el que ha obtenido una mayorĂa absoluta humillante para el PSOE (pues ha sido su feudo durante las tres Ăşltimas dĂ©cadas); y el segundo, que estamos en periodo electoral y cualquier obra emprendida en este sentido podrĂa dar votos al PP de Juan Manuel Moreno Bonilla, algo que el Gobierno no se quiere permitir. Sea como sea, AndalucĂa se seca y el Ejecutivo sigue sin hacer absolutamente nada.
El resultado es evidente. Pedro Sánchez se comprometiĂł en 2018 con AndalucĂa a emprender obras de calado para aprovechar el agua de la regiĂłn. No fue hace poco tiempo. Ya son cinco años desde que el presidente del Ejecutivo se comprometiera a construir presas y a poner en marcha plantas desaladoras para no agravar la situaciĂłn de la regiĂłn. Sin embargo, el PSOE tomĂł la decisiĂłn de dejar vendido este territorio, entre otras cosas y a ojos de la Junta, porque no era de su color polĂtico. AndalucĂa tiene serios problemas en este asunto porque más de la mitad de la gestiĂłn de sus recursos hĂdricos es responsabilidad del Estado. Tanto los rĂos, arroyos y aguas subterráneas del interior de la regiĂłn como las costas y todo lo que tenga que ver con plantas desaladoras depende del Gobierno. Pero de momento hay compromisos y ninguna obra en marcha.
Lo cierto es que todo esto se une al Ăşltimo viaje del presidente del Gobierno a Málaga, para el que utilizĂł el Falcon para asistir empalmando un acto electoral de su partido con uno institucional (que sirve para justificar el uso del aviĂłn privado) y asĂ evitar el tren o el coche oficial. Sea como sea, no ha sentado nada bien en la Junta de AndalucĂa que Pedro Sánchez se pasee solo por su regiĂłn para actos electorales a los que va en el aviĂłn privado del presidente para luego disfrutar de ese palacio en Doñana. Otro de los elementos a contextualizar es la decisiĂłn de Juan Manuel Moreno Bonilla de abrir el melĂłn de los regadĂos en Doñana pese a la amenaza de la UE de imponer una sanciĂłn con pocos precedentes. AndalucĂa se seca, pero nadie hace nada por evitarlo. Y mientras el presidente sigue de campaña.