Marlaska se niega a reconocer a la Guardia Civil como profesiĆ³n de riesgo

Agentes de la Guardia Civil muestran su hartazgo y descontento por la situaciĆ³n de desprotecciĆ³n a la que les condena Fernando Grande-Marlaska. SegĆŗn los agentes agrupados bajo la asociaciĆ³n Independientes de la Guardia Civil (IGC) insta al titular de Interior a impulsar los mecanismos para catalogar la labor policial de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado (FCSE) como Ā«profesiĆ³n de riesgo y su correspondiente tratamiento como autoridadĀ».Ā 

Ā«Nos sentimos desamparados por las autoridades competentes, encabezadas por el mĆ”ximo responsable del Ministerio de Interior, el cual permite que a dĆ­a de hoy la Guardia Civil continĆŗe siendo una policĆ­a de segunda en muchos aspectosĀ», segĆŗn ha asegurado Daniel FernĆ”ndez, vicepresidente y portavoz de IGC, en declaraciones a MONCLOA.com.

Este descontento se hace palpable a Ā«la hora de no reconocerse como una profesiĆ³n de riesgo, la cantidad de cometidos otorgado con sin embargo escaso personal, y ello pese a ser el cuerpo policial que mĆ”s extensiĆ³n territorial tiene que cubrirĀ», segĆŗn ha destacado el mismo portavoz.

FRECUENTES AGRESIONES A LA GUARDIA CIVIL

AsĆ­ mismo, FernĆ”ndez ha lamentado que Ā«el marco legislativo actual no nos ampara de forma suficiente, y una muestra inequĆ­voca de ello es la pĆ©rdida de respeto y las cada vez mĆ”s frecuentes agresiones sufridas por los agentes en el desarrollo de sus funciones laborales, que quedan con una impunidad prĆ”cticamente absoluta para los autores de esas agresionesĀ».

guardia civil 1 Moncloa
InspecciĆ³n de la Guardia Civil en una explotaciĆ³n agrĆ­cola en VillamartĆ­n.

Ante esta situaciĆ³n, IGC considera que el aumento de la cada vez mĆ”s precaria situaciĆ³n en que se encuentra la Guardia Civil en el desempeƱo de sus funciones se debe a la merma del principio de autoridad, y a la pĆ©rdida de respeto creciente por parte de ciertos elementos subversivos que ven en la delincuencia un modo de vida y en los policĆ­as unos simples Ā«ciudadanos vistiendo uniformeĀ».Ā 

LA GUARDIA CIVIL, SIN RECURSOS

Daniel FernĆ”ndez tambiĆ©n ha seƱalado que Independientes de la Guardia Civil sufre un Ā«tremendo dĆ©ficit de recursos, que las Unidades no cuentan con los suficientes efectivos y que, en el caso de la Guardia Civil, la demarcaciĆ³n a cubrir por una Ćŗnica patrulla se extiende en muchos puntos de todo el territorio nacional a centenares de km2, aumentando en los agentes la sensaciĆ³n de soledad y sintiĆ©ndose desamparados ante la eventualidad de tener que tomar parte en una actuaciĆ³n repentina y de cierta gravedadĀ».

NOS SENTIMOS DESAMPARADOS POR LAS AUTORIDADES COMPETENES, ENCABEZADAS POR EL MƁXIMO RESPONSABLE DEL MINISTERIO DE INTERIOR

Ā«Es incomprensible que, ante la evoluciĆ³n de la sociedad, la globalizaciĆ³n y su mejor comunicaciĆ³n y movilidad, la Guardia Civil siga con similar estructura y despliegue territorial que hace 80 aƱosĀ», ha lamentado el vicepresidente de IGC. Por ello, ha solicitado Ā«la compra y distribuciĆ³n, para el personal que tenga alguna funciĆ³n de atenciĆ³n a la ciudadanĆ­a, de pistolas elĆ©ctricas TĆ”ser, las cuales son mucho menos lesivas que las armas de fuego; el reparto completo de chalecos antibalas; la reposiciĆ³n de las defensas cuando estĆ©n deterioradas; asĆ­ como la preparaciĆ³n de los vehĆ­culos oficiales para protegerse ante embestidasĀ». 

MATERIAL OBSOLETO EN LA GUARDIA CIVIL

Pues, aclara que, por ejemplo, respecto a los chalecos antibalas, algunas placas de protecciĆ³n balĆ­stica estĆ”n caducadas y sin embargo se siguen utilizando, tal y como se ha trasladado en reuniones a la propia Web Oficial de la Guardia Civil (DGGC); igualmente urge la sustituciĆ³n de las armas largas en las que algunas unidades todavĆ­a tienen adjudicados los modelos de fusil Cetme C, cuya fabricaciĆ³n finalizĆ³ en 1975.Ā 

Circunstancia difĆ­cil que lleva atravesando la Guardia Civil, y que es causa de desmotivaciĆ³n, de las patologĆ­as de estrĆ©s y ansiedad, e incluso, en los peores escenarios, de depresiĆ³n para sus agentes, principalmente de la especialidad de Seguridad Ciudadana, debido a la falta de efectivos, y un respaldo legislativo que los ampare de forma contundente, ante el creciente nĆŗmero de agresiones durante el desempeƱo de sus cometidos profesionales. 

Ā«Desde Independientes de la Guardia Civil, instamos al Gobierno a que se conciencie y se haga eco de estos tristes episodios, que no hacen sino mermar la capacidad y el prestigio de la Guardia Civil y su labor policial, y catalogue el trabajo de las policĆ­as estatales como ā€˜profesiĆ³n de riesgoā€™Ā», reivindica el vicepresidente de IGC.

MARLASKA, IRRECONOCIBLE

El en otro tiempo juez flagelo de ETA y defensor de la Guardia Civil lleva tiempo irreconocible. No ya por el desgaste que le ha supuesto el ejercicio del poder durante cuatro aƱos actuando contra los que fueron sus principios, sino porque quien deberĆ­a ser el primer defensor de la BenemĆ©rita instituciĆ³n, se ha transformado, por arte de birlibirloque, en uno de sus principales azotes.

La nula defensa de sus miembros en todas las causas en que se han visto envuelto como consecuencia del referĆ©ndum ilegal del aƱo 2017 por defender la integridad de EspaƱa, la destituciĆ³n ilegal del coronel de los Cobos por limitarse a cumplir sus obligaciones legales, el abandono de las fuerzas de seguridad que defienden las fronteras de Ceuta y Melilla, por no hablar de la falta de medios mencionados, ni del olvido de cualquier interĆ©s en perseguir la equiparaciĆ³n salarial de los guardias civiles con las fuerzas de seguridad autonĆ³micas.

Pero el poder es asƭ, un Minotauro insaciable que hace que las personas traicionen sus ideales por poder seguir en su cargo, disponiendo y ordenando la vida de los demƔs. Marlaska sabe de esto. El placer de ver a la guardia civil ponerse firmes a su paso, bien vale para traicionar sus convicciones.