Corrochano tenía un «acuerdo personal» con Villarejo para los encargos del BBVA

  • "Nosotros haremos nuestro acuerdo personal si el tema sale adelante", le dice Villarejo a Corrochano en la grabación.
  • El exjefe de Seguridad del BBVA mantenía un trato con el excomisario paralelo a las relaciones entre el banco y Villarejo.
  • El exdirectivo de la entidad fue clave para que el banco le encargara al comisario jubilado recuperar el dinero que le debían Martín y Portillo.
  • La relación entre el exjefe de seguridad del BBVA Julio Corrochano y el excomisario José Manuel Villarejo era más que estrecha. Las grabaciones a las que ha tenido acceso MONCLOA.COM demuestran que Corrochano mantenía un «acuerdo personal» con Villarejo paralelo a las relaciones de la empresa del excomisario con el banco. «Nosotros haremos nuestro acuerdo personal si el tema sale adelante», le dice el comisario jubilado al exdirectivo.

    El BBVA había contratado al bufete de abogados Simons & Simons para que le ayudara a solucionar un problema. Fernando Martín y Luis del Portillo (presidente de la inmobiliaria Colonial) le debían al banco 145 millones, y la entidad quería presionarles para recuperar su dinero. En un principio, el bufete subcontrató a una empresa de detectives llamada Kroll para realizar esa tarea. Pero Corrochano quería que Villarejo llevara el asunto para así hacer su «acuerdo personal».

    En las grabaciones, el excomisario y el exdirectivo del banco comentan cómo, ante los malos resultados obtenidos por Kroll, el presidente del BBVA (denominado como «el presi») se había interesado por el asunto. Preguntó si habían hablado con Corrochano para solucionar el problema. «¿Lo habéis hablado con Julio?», habría preguntado Francisco González, según el exjefe de Seguridad. La empresa de detectives subcontratada por el bufete de abogados no era del agrado ni de Corrochano ni del presidente. Algo que se repite en varias ocasiones.

    El exdirectivo quería contratar a Villarejo. «Yo no trabajo nada con Kroll. Nada», comenta en el transcurso de la grabación. Pero no solo era una convicción de Corrochano. El presidente de la entidad también insistió mucho en abordar el tema, según se detalla en la conversación. «Nos ha vuelto a insistir el presidente por el tema de Kroll», comenta Corrochano. «Pero ya dije que Kroll no», concluye.

    El banco había enviado a Simons & Simons a la Torre Picasso para reunirse con Villarejo y contratar sus servicios. Con Kroll no habían salido bien las cosas y las gestiones de Corrochano habían dado sus frutos. El exjefe de Seguridad intermedió entre los abogados y el excomisario para facilitar la contratación. «Preguntaron que qué coño habíamos hecho con nosotros», comenta Villarejo. Corrochano ya le había comentado al bufete que el banco ya había trabajado con el excomisario. Y que obtuvieron muy buenos resultados.

    El trabajo que había realizado Villarejo para el BBVA lo había hecho cinco años antes, en 2004. Y fue un «trabajo fino», según sus propias declaraciones. No trascendió ni se filtró nada. Algo que le sirvió a Corrochano para convencer a la directiva de la entidad para volver a contratar los servicios de Villarejo. «¡Coño! Eso es un tema que te valora a tí, porque dice, joder, fíjate qué trabajo hizo», le comenta el comisario jubilado al exjefe de Seguridad.

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    Las alusiones al presidente se repiten en varias ocasiones. Tanto para Villarejo como para Corrochano, el entonces presidente del BBVA, Francisco González, es un «perro duro» y un «tío frío» capaz de valorar el trabajo que realizó para la entidad la empresa del comisario jubilado. Por este motivo, el presidente habría insistido para que Simons & Simons abandonara los servicios de Kroll, según detallan en la grabación. Y Corrochano puso su grano de arena para que el BBVA volviera a contratar los de Villarejo.

    Ya aclarado cómo el banco había pagado los servicios de Villarejo, vuelven al tema que les preocupa: recuperar el dinero que le debían Martín y Portillo. A lo largo de la grabación, Corrochano cuenta cómo se encontró con uno de ellos en el restaurante Combarro. «Ese hijo de puta le debe ciento y pico millones al banco y ahí le tienes, con dos cojones», comenta el exdirectivo del banco. «Gastándose vuestro dinero», le completa el comisario jubilado. «También se le vio con Rato», comenta.

    FIANZA DE 300.000 EUROS

    El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, ha impuesto el pasado 5 de julio al exjefe de Seguridad del BBVA una fianza de 300.000 euros que no ha tardado en depositar para salir en libertad provisional. Se trata del primer exdirectivo del BBVA imputado de la pieza aparte del caso Villarejo. Aún hay otros ocho altos cargos de la entidad imputados por cohecho y revelación de secretos.

    Ahora la clave del caso está en averiguar hasta dónde llega la trama de corrupción. El presidente del BBVA es nombrado repetidas veces. Según las declaraciones de varios de los exdirectivos, Francisco González conocía perfectamente las actividades de la entidad. Incluso era exigente con los informes que le enviaba Villarejo. “Mi presidente, ni las conclusiones lee. Hay que decirle pim, pim, pim y pim y a tomar por culo”, comentaba el  Corrochano en una grabación de una conversación de 2005.

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    El BBVA ha abierto una investigación interna para depurar responsabilidades y determinar si se desarrollaron prácticas ilegales. El presidente, Francisco González, se apartó de la primera línea financiera tras saltar el escándalo a todos los titulares. La entidad no ha aclarado aún si tomará medidas disciplinarias contra los directivos que se demuestre hayan cometido actos ilegales. Según las declaraciones del banco, «la entidad actuará, en su caso, siempre en base a hechos contrastados y con la información suficiente”.