Los Sanfermines son algo así como una ‘playa’ temporal para Pamplona, ciudad que cada año disfruta de un impacto de 150 millones de euros tras acoger a más de medio millón de forasteros en poco más de una semana.
El Ayuntamiento de Pamplona ha cancelado las fiestas, tal y como sucedió en 1918 (‘gripe española’), 1937 y 1938 (Guerra Civil), 1978 (asesinato de Germán Rodríguez a manos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado) y 1997 (secuestro de Miguel Ángel Blanco).
Y este hecho provoca la desazón en el mundo de la hostelería pamplonica, sabedora del largo verano que le espera a causa del agujero que causará la falta de unos festejos que tradicionalmente ayudan a hacer rentables centenares de negocios.
EL SECTOR TAURINO TAMBIÉN ECHA DE MENOS LOS SANFERMINES
La crisis sanitaria ha forzado al Gobierno de Navarra y a la Federación de Municipios y Concejos de la Comunidad Foral a instar, que no prohíbir, a los ayuntamientos a que se abstengan de celebrar sus fiestas en este infausto 2020.
Un grupo de taurinos, temerosos de que la falta de festejos y ayudas remate al sector, ha impulsado una concentración bendecida por un lema que dice «también somos cultura», quizás desconociendo que la RAE asegura que cultura es el «conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar un juicio crítico».
El sector taurino, no hay más que ver los mensajes victimistas de algunos de sus prebostes, se dedica desde hace tiempo a culpar a los animalistas, algunos excesivos y estridentes, de la evidente pérdida de interés que despiertan las corridas entre la ciudadanía.
Otro de los deportes favoritos del sector es comparar en términos económicos el impacto que generan las corridas con el que generan industrias culturales que no se dedican a matar animales en público. El argumentario de los defensores de la tauromaquia, por norma general, necesita renovarse antes de que se extingan este tipo de actos por la creciente falta de interés que causan.
TEMOR EN NAVARRA
En el Servicio Navarro de Salud temen que algunos hosteleros y juerguistas incentiven que el próximo 6 de julio Pamplona se llene de jóvenes vestidos de blanco y rojo. Y es que la prensa local recoge que se están disparando las reservas para almorzar en Pamplona el día en el que habitualmente se tira el txupinazo desde el balcón consistorial.
No hay más que tirar de hemeroteca para comprobar que la ‘gripe española’ provocó la suspensión de actos festivos en decenas de ciudades. Pero este acto de responsabilidad institucional era sorteado por la ciudadanía con unas borracheras callejeras que cubrían la falta de actos festivos oficiales.
Las administraciones públicas piden «responsabilidad» a la ciudadanía, pero es evidente que la Policía Foral tendrá que estar atenta durante las fechas habituales de los Sanfermines para enderezar algunas situaciones que pongan en peligro la salud de la sociedad pamplonica.
POLITIZACIÓN
El Gobierno de Navarra está liderado por el PSOE y el Ayuntamiento de Pamplona por el tradicional socio del PP, UPN. Y este hecho está provocando que algunos practiquen el populismo de la forma más irresponsable con los Sanfermines.
Desde la izquierda se escribe con oportunismo que «a la vista de los últimos acontecimientos, parece ya más que evidente que el anuncio de la suspensión unilateral de los Sanfermines del pasado 21 de abril fue una irresponsabilidad apresurada e improvisada del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Pamplona comandado por UPN, ahora reconvertido en Navarra Suma».
Pero es que Navarra Suma tampoco se queda atrás y, según la plataforma vecinal Auzoak, está instando «a que los colectivos organicen diversos actos en los diferentes barrios de la ciudad el 6 de julio».
Auzoak asegura que desoyen los cantos de sirena del equipo de Gobierno pamplonica y quieren «seguir priorizando la promoción de la salud y el cuidado mutuo entre los vecinos y vecinas de la ciudad para salir unidas y fortalecidas de este escenario».
JUGANDO CON FUEGO TRAS CANCELARSE LOS SANFERMINES
El alcalde Enrique Maya está llamando a que se eviten «aglomeraciones». Eso sí, lo hace tras asegurar que acudirá a la concurrida misa que se celebra el día 7 en la Catedral pamplonesa en honor a San Fermín. Navarra Suma, si no deja clara su posición, podría estar jugando con fuego.
Al igual que la federación de peñas de Pamplona, que a pesar de instar a que la ciudadanía tome «todas las medidas de salud y seguridad» afirman que vivirán «unos Sanfermines especiales pero alegres». Y dicen que lo harán «de forma innovadora». Innovador sería que la serenidad ciudadana predomine ante tanto irresponsable…
