Intervenido en Martorell un depósito de armas de guerra y municiones

La Policía Nacional ha detenido en Martorell (Barcelona) a un ciudadano español por su presunta implicación en los delitos de depósito de armas de guerra y municiones.

Los agentes han procedido a llevar a cabo un registro en el domicilio del arrestado en la citada localidad, donde se han podido aprehender un total de 16 armas de guerra. De ellas, ocho eran armas cortas y otras ocho armas largas, entre ellas un fusil de asalto automático. Asimismo se han incautado varios dispositivos silenciadores, visores telescópicos, piezas para convertir armas semiautomáticas en automáticas y otras piezas fundamentales.

El arrestado poseía además en su propio domicilio un taller ilegal en el que se encargaba de llevar a cabo la modificación, transformación y conversión de armas legales en ilegales. También disponía de sustancias deflagrante, es decir, explosivos en los que la reacción es iniciada por una activación termocinética (calor).

DISPOSITIVOS PARA MODIFICAR LA CAPACIDAD DE DISPARO

Esta operación desarrollada en Martorell (Barcelona) ha sido fruto de la cooperación policial internacional. Los agentes de la Policía Nacional se encargaron de analizar de manera pormenorizada las informaciones recibidas por parte de EUROPOL.

Las pesquisas realizadas permitieron conocer que el detenido, que es titular de varias licencias de armas, había estado adquiriendo dispositivos enfocados a la modificación del sistema de disparo de los artefactos. De esta forma, podía transformar las armas de cañón corto en pistolas ametralladoras capaces de efectuar disparos a ráfaga.

Las labores de investigación llevadas a cabo por los responsables del punto de coordinación de la Comisaría General de Información para la prevención e investigación de los tráficos ilícitos de armas de fuego en España pudieron confirmar sus sospechas. El detenido adquiría estas piezas conversoras a través de Internet.

Una vez que lograba la compra de las mismas procedía a introducirlas en el territorio nacional de forma oculta a través de envíos de paquetería postal. Estos dispositivos hacen posible transformar las armas. De esta manera, los armas de tiro a tiro pueden pasar a disponer de un modo ráfaga. Esto posibilita el alcanzar una potencia de disparo de hasta 1.100 cartuchos por minuto.

ESTRATEGIA DE SEGURIDAD DE LA UNIÓN EUROPEA

La operación se ha desarrollado dentro de la estrategia de seguridad de la Unión Europea. Para los Estados miembros es una prioridad la prevención y la lucha contra el tráfico ilícito de armas, así como de sus piezas y componentes esenciales.

Por este motivo, la Policía Nacional trabaja en detectar las posibles vías utilizadas para el tráfico ilegal de instrumentos de fuego y munición. El principal objetivo es el de evitar que estas puedan llegar a las manos de personas que están directamente relacionadas con el terrorismo o la delincuencia organizada.

En este caso, la operación ha estado dirigida por parte del Juzgado de Instrucción número 1 de Martorell (Barcelona). Fue llevada a cabo por agentes de la Comisaría General de Información, en colaboración con la Brigada Provincial de Información de Barcelona.

Detenido un español que tenía un depósito de armas de guerra en Martorell
Hay una persona detenida y se han intervenido 16 armas de fuego y cartuchos de diferentes calibres.

200 ARMAS INCAUTADAS EN AGOSTO

En el pasado mes de agosto la Guardia Civil detuvo a 18 personas tras desarticular una banda internacional dedicada al tráfico ilegal de armas de fuego. Esta se encontraba asentada en Cantabria, donde se incautaron 200 armas y más de 100.000 euros en metálico.

En esta operación, denominada «Cíclope», los agentes contaron con la colaboración de la policía francesa. En total lograron practicar 16 arrestos en España y otros dos en Francia.

El armamento aprehendido fue adquirido en Francia, a donde se desplazaba uno de los integrantes de la banda de forma periódica junto a otras tres personas. Allí adquirían el mismo junto a sus municiones y los transportaban, vía terrestre, a España.

Para ello utilizaban dos vehículos, utilizando el primero de ellos como «lanzadera». De esta manera se encargaba de informar al segundo de la posible presencia policial, reduciendo los riesgos de una posible detención.

Con la venta de estos instrumentos de fuego la organización conseguía un negocio muy lucrativo. Se estima que por cada arma podía obtener entre un 200 y un 400% de beneficio. También abastecía de munición y llevaban a cabo reparaciones del armamento vendido a sus clientes.

Esta operación supuso una de las más importantes desarrolladas en España en materia de tráfico ilegal de armas en los últimos años.

DELITO DE TENENCIA ILÍCITA DE ARMAS

La tenencia ilícita de armas se considera una conducta castigada como un delito, tal y como refleja el artículo 563 del Código Penal. Además de tenencia, se puede hablar de tráfico o depósito de armas, municiones, explosivos e incluso delitos de terrorismo.

En este artículo se establece una pena de cárcel de uno a tres años por tenencia ilícita de armas. No obstante, el castigo puede llegar a incrementarse en el caso de que las armas carezcan de número de serie o marca de fábrica. También si estos han sido borrados o alterados. También tendrán una pena más severa en el caso de que las armas hayan sido modificadas, como en el caso de Martorell.

Para poder castigar a una persona por tenencia ilícita de armas debe acreditarse que el arma se puede utilizar. Para ello se someten a un proceso de investigación con informe pericial.

La tenencia ilícita de pistolas cortas puede suponer una pena cárcel de entre uno y dos años, mientras que si es un arma larga, la pena es de 6 meses a un año de cárcel.

DEPÓSITOS DE ARMAS Y DE MUNICIONES

Aquellas personas que fabriquen armamento, municiones o creen depósitos de ellos sin la correspondiente autorización, también serán castigadas. De igual forma lo serán los cooperadores, organizadores y promotores del mismo. En el caso de municiones o armas químicas, biológicas o minas antipersonas, la pena de cárcel es de 5 a 10 años.

En el caso de que se trate de armas de fuego reglamentadas o municiones para ellas, la pena es de 2 a 4 años de cárcel para organizadores y promotores. Los que hayan cooperado en su formación se verán expuestos a una pena de prisión de 6 meses a 2 años.

Por depósito de armas se entiende tanto el lugar en el que se tienen armas como dónde se fabrican o comercializan estas. No importa el tipo de armamento que sea, el modelo ni la clase, ni si se encuentran desmontadas en piezas.

De hecho, aunque la persona no tenga contacto físico con ellas, si conoce de su existencia y las tiene de forma ilícita también podrá ser castigo. Igualmente es penado el tener armas explosivas, inflamables y asfixiantes no autorizadas. Además de la correspondiente sanción, se priva el derecho a tener armas durante los años que establezca la sentencia, por lo general superior a los 3 años. También puede llegar a aplicarse una inhabilitación especial de 12 a 20 años, según el caso.