La inestabilidad política catalana se advierte echando un vistazo a los últimos quince años. Si Quim Torra decide convocar elecciones sería la sexta vez que se adelantan las urnas en las siete últimas legislaturas.
El PSC ha promovido una moción para que Quim Torra se someta a una cuestión de confianza, situación que, aunque no es vinculante, puede provocar el enésimo tsunami político en el Parlamento de Cataluña.
El bloque del Govern, Junts per Catalunya y ERC, cuentan con 61 diputados por las cinco ausencias provocadas por el procés. La decisión de los cuatro diputados de la CUP, que podría abstenerse, podría remover este jueves los cimientos del Parlament.
Solo el voto de las CUP junto a los otras dos fuerzas independentistas salvaría a Quim Torra del ‘match ball’ que se la avecina. Pere Aragonès, vicepresident, explica que «si no hay esta mayoría alternativa, lo que le toca a la oposición es asumir su responsabilidad y ayudar al Govern».
Eduard Pujol, portavoz de Junts per Catalunya, afirma que el PSC no respeta los resultados de las elecciones de finales de 2017 ni confía en los mecanismos parlamentarios que forzarían un cambio de Gobierno.
En Junts per Catalunya son conscientes de dos asuntos: el PSC y Catalunya en Comú-Podem quieren aprovechar la inestabilidad parlamentaria con miras al 28-A, pero ambas formaciones no son capaces de presentar una moción de censura.
¿La razón? La moción de censura pasaría por investir a Inés Arrimadas o a Miquel Iceta, al que el PP ha atacado por su entrevista en Berria y al que C’s le tiene puesto un ‘cordón sanitario’ por ser socialista.
Maria Sirvent, diputada de la CUP, cree que la legislatura está agotada tras quince meses. Pero también subraya el «oportunismo político» de socialistas y comunes. Catalunya en Comú afirma que en JxCat «tiene que ser valiente; el Gobierno está paralizado», y en Ciudadanos se han mostrado muy críticos con Torra pese a que todavía no han decidido su voto.
Jéssica Albiach, presidenta del grupo parlamentario de los comunes, explica que Torra quiere «intentar ser Govern, no creerse que son Govern y además no gobernar. ¿Nos puede decir en qué ha mejorado la vida de los catalanes desde que ustedes están gobernando?».
Catalunya en Comú denuncia la «degradación en los servicios públicos» y una «parálisis» institucional. «Claramente el problema de Catalunya son ustedes», concluyó Albiach, que se ha mostrado muy crítica con Torra, que se mantiene inflexible: «Hemos sido muy claros, nosotros no convocaremos elecciones. Tenemos la mayoría suficiente para tirar hacia adelante».
TORRA UTILIZA A COLAU COMO EXCUSA
El Govern ha tenido que prorrogar los presupuestos de 2017 tras romperse su negociación con Catalunya en Comú. Quim Torra, muy molesto con los morados, recuerda que Ada Colau ha sido reprobada en el Ayuntamiento de Barcelona hasta en ocho ocasiones.
El president mostró su enfado: «Para inacción, la del Ayuntamiento de Barcelona. Me gustaría que en los temas de las pancartas en el Ayuntamiento hubiera habido la misma firmeza que en el otro lado de la plaza», en clara referencia al Palau de la Generalitat.
La portavoz gubernamental, Meritxell Budó, resta importancia a la moción de confianza: «Es cierto que parlamentariamente quizá se puede hacer una mayoría para criticar, pero no se puede hacer para dar una alternativa constructiva. Las cuestiones de confianza las presenta el presidente, lo que puede presentar la oposición es una moción de censura. Y no hay una mayoría alternativa para gobernar».
El Govern recuerda que en menos de año y medio ha impulsado 19 normas con rango de ley: 12 decretos ley y siete proyectos de ley. Junts per Catalunya recuerda los problemas de acción del Parlament provocados, según ellos, por los siete meses de intervención estatal gracias al artículo 155 de la Constitución española.
Lorena Roldán, diputada de Ciudadanos, afirma que «hace tiempo que denunciamos su inacción, no se dedican a nada más que no sea promover el procés y hablar mal de España».
Torra, por su parte, tiró de ironía: «Pueden presentar a Arrimadas como presidente de la Generalitat, o Ciudadanos puede presentar a Miquel Iceta, si no fuera por el cordón sanitario que se les ha impuesto. Si cree que puede conseguir esta mayoría, adelante».
UN MOMENTO BOCHORNOSO
Josep Costa, vicepresidente del Parlament y sustituto de Roger Torrent, protagonizó esta semana un momento bochornoso al interrumpir la intervención parlamentaria de Inés Arrimadas, que simplemente recordaba los artículos con trazos xenófobos de Quim Torra contra los ciudadanos del resto del Estado español.
El vicepresident tomó partido e interrumpió a la líder de la oposición. Arrimadas se defendió: «Pero como va esto, usted también va a interrumpir a su grupo cuando nos llaman franquistas y fascistas». Roger Torrent, con posterioridad, defendió a su compañero: «No se ha faltado al respeto a nadie y ha habido imparcialidad».
