Mientras el PSOE busca postergar cualquier tipo de acuerdo para después de las elecciones del 26M, el PP les acusa directamente de fraguar un pacto con ERC. No para la formación de un Gobierno, pero sí para conseguir que Iceta sea presidente del Senado. La votación se producirá esta semana en el Parlament y el PP quiere que un voto positivo de ERC se traduzca en un posible pacto que aleje a los socialistas más constitucionales de Sánchez.
El PSOE, DISPUESTO A ENTENDERSE CON ERC
La designación de Iceta como presidente del Senado ha sido una apuesta fuerte de Pedro Sánchez. Demasiado, quizás. El líder del PSC, fuera de las listas del Senado, necesita ahora la aprobación del Parlament para opositar a ese cargo. O lo que es lo mismo, necesita la bendición de los separatistas. Y más, después de que ni Ciudadanos ni Partido Popular hayan afirmado tener claro cuál será su votación en el pleno previsto para esta semana.
El líder del PSC realizó declaraciones en contra de los «presos políticos» y Sánchez ha entendido que era el mejor hombre para lidiar el asunto de Cataluña. Sin embargo, el guiño tendido a los separatistas no fue bien recibido por ERC, que declaró que se había enterado «a través de la prensa» y que esas no eran «las formas». Y advirtieron con un «no» que seguro creó tensiones a más de uno dentro del PSOE.
El pasado fin de semana ERC declaró que sería un buen punto de partida que Iceta visitara a los presos. Comentaron que no se trataba de una declaración, pero lo cierto es que las exigencias empiezan relucir. Un problema para Pedro Sánchez, que no quería comprometerse con ningún partido hasta pasadas las elecciones del 26 de mayo, donde el PSOE se juega extender a municipios, comunidades y a Europa el dominio aplastante de apoyos recibido en las generales.
EL PP, AL ATAQUE
Pedro Sánchez tiene varias vías para formar Gobierno. Buscar hacerlo en minoría, sin el apoyo de nadie, contar con Podemos, e incluso incluir a algún partido nacionalista para buscar una mayoría absoluta que le facilite el Gobierno los próximos cuatro años. El PP lo sabe y por eso aprovecha cada instante para atacar al PSOE por su acercamiento a partidos que buscan romper la Unidad de España.
Es la estrategia más factible para la formación de Casado, aún tocada tras el peor resultado electoral, con diferencia, de su historia. Andrea Levy, ante las cámaras, ha afirmado que no han decidido aún si bendecirán la apuesta de los socialistas por Iceta ya que no saben que pactos se fraguan con ERC a la espalda. Una forma de advertir a los ciudadanos de las posibilidades de que el PSOE ceda a chantajes de independentistas.