El Arzobispado de Madrid se aleja del milagro de la vidente de El Escorial

  • Desde a Diócesis de Madrid afirman que nunca han reconocido que "haya nada sobrenatural en Prado Nuevo".
  • El Arzobispado reconoce que, aunque no haya habido milagro, estos fenómenos son "tienen efectos positivos en la gente".
  • Rouco permitió que se celebraran misas en la capilla que ahora debe derribar el Ayuntamiento de El Escorial.
  • El Arzobispado de Madrid evita reconocer nuevos milagros. Las manifestaciones de Dios acabaron con la muerte del último apóstol. Y todo lo que ha venido después son «revelaciones privadas» en las que «no es necesario creer». Así lo aseguran desde la Diócesis madrileña, desde donde se resisten a dar credibilidad a que, en Prado Nuevo, Luz Amparo Cuevas (más conocida como la vidente de El Escorial) viera a la Virgen en un fresno.

    «Nunca hemos reconocido que haya nada sobrenatural en Prado Nuevo», declaran repetidas veces desde el Arzobispado. Sin embargo, la institución eclesiástica pasó de negar que en El Escorial hubiera acontecido un milagro a consentir que se realizaran misas en la capilla que edificaron sobre terreno protegido. Ahora, tras el nombramiento en 2016 de Carlos Osoro como nuevo arzobispo de la capital, la Diócesis se aleja de la idea de que Cuevas viera 376 veces a la Virgen.

    En 1985, el entonces arzobispo Ángel Suquía ordenó investigar el milagro. La Iglesia determinó que no había ocurrido nada sobrenatural. Pero no solo eso. El psiquiatra Francisco Alonso Fernández examinó a Cuevas y llegó a la conclusión de que padecía problemas mentales. Sin embargo, esta interpretación dio un giro de 180 grados con la llegada de Rouco Varela al Arzobispado de Madrid.

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    El nuevo arzobispo limpió de estigmas el presunto milagro de Prado Nuevo. Los fieles que acudían a la finca de El Escorial cada primer sábado de mes a rezar a Dios verían como la primera demanda que hizo la Virgen a Cuevas tendría el visto bueno Varela. Se edificaría una capilla que años después el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) declararía ilegal. Y todo ello acompañado de un reconocimiento casi oficial que permitiría que se celebraran misas en dicho templo.

    Aunque aún no se ha derribado la capilla (a pesar de que el plazo acabó el pasado 29 de junio), el milagro de El Escorial sigue estando muy presente en la conciencia de los cientos de fieles que acuden todos los meses a Prado Nuevo. Pero la Diócesis no quiere reconocerlo. Incluso aclaran que no hay ningún decreto oficial que permitiera erigir el templo que ahora el Ayuntamiento estará obligado a tumbar. Pero sí que defienden que los que acuden a El Escorial deben obtener una «atención espiritual» adecuada.

    Lo comparan con el supuesto milagro de Medjugorje (Bosnia y Herzegovina), donde, al parecer, la Virgen se ha aparecido en repetidas ocasiones. Aunque El Vaticano está investigando los presuntos hechos sobrenaturales, «la realidad adelanta al estudio». Y eso les obliga a atender a los fieles para asegurarse de que reciben la atención necesaria. De hecho, pese a que la Diócesis no reconoce estos últimos hechos sobrenaturales, sí que asume que su repercusión «tiene efectos buenos en la gente».

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    Una consideración con la que coincide el sacerdote Luis Santamaría. «Es un tema complejo, pero veo elementos positivos», asegura. Y aunque reconoce que el Arzobispado cambió de criterio respecto al milagro de Prado Nuevo tras la llegada de Rouco Varela, también evita reconocer que tuvo lugar un hecho sobrenatural. Ese cambio de criterio por parte del Arzobispado coincidió en el tiempo con unas generosas donaciones procedentes tanto de Cuevas como de los fieles de Prado Nuevo que (pese al baile de cifras) fueron determinantes para acabar las obras de la catedral de La Almudena.

    Cuevas entregó, al menos, un millón de pesetas a título personal para las obras del templo madrileño. Pero los seguidores de la vidente también aportaron cerca de siete millones, según reconoció en 1993 el presidente de la fundación Virgen de los Dolores, Miguel Martínez. Una suma que aún queda lejos de los 30 millones (180.000 euros) que el párroco de El Escorial aseguró que habían donado desde el grupo religioso.

    La otra cara de la moneda es la que representa Juan Carlos Bueno, presidente de la Asociación de Víctimas de las apariciones de El Escorial, quien acusa a Asociación de Seglares Reparadoras, Amor, Unión y Paz de actuar como una secta que se dedicaba a manipular y someter a sus miembros para utilizarlos como mano de obra y robarles todas sus pertenencias. Una afirmación en la que Santamaría, especializado en sectas, no quiere entrar. «Es muy complejo», reitera.

    Respecto a Prado Nuevo, el Arzobispado reconoce que hace muchos años que no se reúne la comisión que investigó el milagro que asaltó a Luz Amparo. Ni tienen intención de que lo vuelva a hacer. Esos expertos eran teólogos, y nunca afirmaron que hubiera acontecido nada sobrenatural en una finca de El Escorial. Y no hay en Madrid ningún otro milagro que estudiar.