Una nueva sentencia del caso Gürtel aviva las comparaciones con la del caso ERE

  • Un día después de la sentencia de los ERE la Audiencia Nacional ha hecho público el fallo de la pieza Jerez del caso Gürtel.
  • Francisco Correa y Pablo Crespo han sido condenados a tres años de cárcel.
  • Las comparaciones entre ambos casos de corrupción han sido constantes.

Un día después de que se hiciera pública la sentencia de los ERE hacía lo propio el fallo de la Audiencia Nacional sobre una de las piezas separadas del caso Gürtel, la de los contratos del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera en 2004, que condena a Francisco Correa y a Pablo Crespo a tres años de cárcel y siete de inhabilitación.

La sentencia de los ERE hizo resucitar este martes el caso Gürtel en una guerra entre partidos y simpatizantes para discernir, en función de sendos casos, si es más corrupto el PSOE o el PP. Una resurrección mediática que un día después se convirtió en judicial al salir la sentencia de una de las piezas de Gürtel, el caso cuya sentencia de la primera parte precipitó la moción de censura al popular Mariano Rajoy en junio de 2018.

La Sección segunda de la Sala de lo Penal ha atribuido a Correa, Crespo, Javier Nombela y Felisa Jordán un delito de falsedad cometido por funcionario público así como el de cooperadores necesarios de este delito. Por otra parte, ha absuelto a los otros nueve acusados, los cuatro del Grupo Correa y los cinco funcionarios, del delito de fraude de la administración pública que les atribuían las acusaciones.

ERE VS. GÜRTEL

Una sentencia que, aunque no resulta de la magnitud de la de los ERE —que ha condenado a 19 altos cargos socialistas, entre ellos los dos expresidentes de la Junta de Andalucía José Manuel Griñán y Manuel Chaves contribuye al relato que los socialistas han diseñado para contrarrestar el impacto de la sentencia: alejar al Partido Socialista de los condenados, a pesar de que todos ellos militantes y ocuparon cargos de relevancia en el pasado en el seno del mismo, y poner el foco en que el caso Gürtel fue más grave, sobre todo porque el PP fue condenado como partícipe a título lucrativo.

Además, argumentan que los condenados por los ERE, a los que se les atribuye un desvío de fondos públicos de en torno a 680 millones de euros, no se lucraron de forma personal, como sí hicieron los de Gürtel, una trama que movió 30 millones de euros.

Sin embargo, al otro lado esgrimen que la de los ERE es la mayor sentencia por corrupción de la historia de la democracia española y que, por ende, convierte al PSOE en el partido más corrupto.

Sea como fuere, apenas ha pasado un día para que la de los ERE sea relegada, por orden de estricta actualidad, por la nueva sentencia en torno al caso Gürtel, macrocausa de la que ya se han dictado otras tres sentencia, la de «los trajes de Camps», la de los expositores de la Generalitat de Valencia en Fitur y la ya mentada de la primera parte, que condenó al empresario y cabecilla de la trama Francisco Correa a 51 años y 11 meses y al exsecretario de Organización del PP en Galicia Pablo Crespo a 37 años y medio, entre otros, además de al PP como partícipe a título lucrativo. 

CONTRATOS DEL AYUNTAMIENTO DE JEREZ

La sentencia conocida este miércoles establece como hechos probados que Correa, aprovechándose de su amistad con el fallecido Isidro Cuberos, quien estaba relacionado con cargos públicos del Ayuntamiento de Jérez, “obtuvo ilícitamente” a favor de sus empresas Special Events y Down Town Consulting, la adjudicación de tres contratos por importe de 214.028,71 euros, referidos a la Feria Internacional de Turismo, celebrada entre el 28 de enero y 1 de febrero de 2004.

Dichos actos consistían en el montaje del expositor de Fitur, un espectáculo ecuestre celebrado en la plaza Mayor de Madrid y un espectáculo flamenco en los jardines de Cecilio Rodríguez en el madrileño parque de El Retiro.

La sentencia explica que el caso concreto de Jerez es una manifestación más del modus operandi del llamado “Grupo Correa” en el periodo investigado entre 1999 y 2009, donde cada uno de los acusados ejercía un papel, bajo las órdenes de Francisco Correa. Él  era quien captaba el negocio para que sus empresas lo ejecutaran. Al igual que en piezas anteriores de la trama Gürtel ya juzgadas, en la pieza de Jerez, Francisco Correa prestó sus empresas y su personal para una contratación, “absolutamente ilegal en beneficio de las mismas y en definitiva, en el suyo propio”.