Un pirómano de 22 años, Holden Matthews, ha incendiado tres iglesias con gasolina en un periodo de 10 días, con el objetivo de «elevar su perfil como músico de ‘Black Metal'». Dado que a estas iglesias acudían sobretodo personas negras, los líderes de estas parroquias temían que los ataques hubieran sido provocados por supremacistas blancos.
Sin embargo, mientras que el pánico se apoderaba de estas congregaciones, Matthews se encontraba planeando cuál sería la portada de su próximo álbum, según textos a los que tuvieron acceso los fiscales.
El pirómano, que es hijo del ayudante del sheriff de Luisiana, confesó su culpabilidad este lunes, afirmando que quemó las tres iglesias «por el carácter religioso de esos edificios». Los fiscales aseguran que lo que intentaba el pirómano era «promocionarse» entre los fanáticos del black metal, un subgénero del heavy metal caracterizado por letras satánicas, voces guturales y ritmos de guitarra vertiginosos.
La idea de Matthews era, de hecho, imitar un escándalo que ocurrió en 1990 por el que miembros extremistas de una banda de black metal de Noruega incendiaron varias iglesias.
Además, el pirómano envió videos y fotos de las iglesias en llamas a sus amigos, acompañados de letras de canciones y carátulas que el incendio provocado le inspiró a crear, según las pruebas del juicio. «Escucha ese sonido, jaja, hermoso», escribió sobre la destrucción de una iglesia en un mensaje de video a un amigo. «No quedaba absolutamente nada para mi amigo».
EL PIRÓMANO IMITÓ A UN ÍDOLO MUSICAL
«Holden Matthews tomó la decisión consciente de apuntar al azar y destruir iglesias dentro de su propia comunidad», dijo en un comunicado Bryan Vorndran, agente especial a cargo de la oficina de campo del FBI en Nueva Orleans . «Sus atroces acciones infligieron dolor y pena severos a estas congregaciones, así como a toda la parroquia de St. Landry».
Matthews, quien fue arrestado por el departamento del sheriff de su padre en abril pasado, también se declaró culpable de tres cargos estatales por delitos de odio, así como tres cargos de incendio premeditado de un edificio religioso. Enfrenta entre 10 y 70 años de prisión, y será sentenciado por cargos federales y estatales en mayo.
Los fiscales dicen que Matthews «trató de emular a un músico noruego que ganó notoriedad dentro de la comunidad Black Metal en la década de 1990 al incendiar una serie de iglesias en Noruega».