sábado, 14 diciembre 2024

Alsina pide comunión y no repartir hostias con el coronavirus

El periodista de Onda Cero, Carlos Alsina, ha realizado un ejercicio de crítica y a la vez de autocrítica con el comportamiento de todos durante la epidemia del coronavirus. El locutor está convencido de que vienen “días de estar en comunión, más que de repartir hostias”.

Todos, incluidos los gobernantes, quedan desnudos en situaciones como esta crisis. «quienes gobiernan son personas tan perplejas, tan atónitas, tan desbordadas como podemos estar los demás. En ellas conviene que se note poco. Se requiere un plus de determinación en la adversidad», ha comentado.

Para Alsina ha señalado a unos que crecen y otros “que menguan, encanijados por su propia verborrea y su descubierta inanidad”. Ha reconocido “la presión de acertar” que tienen los ministros, aunque les ha pedido “que dejen de decir que el virus no distingue ideologías”.

Pero, por otro lado, ha criticado las palabras y la actitud del presidente catalán Quim Torra cuando ha dicho que “la Constitución no es un fármaco”, cuando se ha opuesto a las medidas del estado de alarma. “Pienso para mí que está en su naturaleza, la de Torra, ser como el escorpión. Que incluso en éstas en las que estamos no puede dejar de picar”, ha dicho Alsina.

Especialmente duro ha estado con la eurodiputada de JxCat, Clara Ponsatí. Esta política escribió un tuit sobre la acumulación de enfermos y muertos por el coronavirus en Madrid para comentar a continuación: “De Madrid, al cielo”, retuiteado además por el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, lo que ha provocado airadas reacciones. Alsina le responde: “Qué graciosa es usted, señora”, a lo que añade la afirmación de que “la miseria moral anida también en profesoras arrogantes”. Respecto al retuit de Puigdemont ha dicho Alsina: “Este es el nivel. De indigencia”.

ALSINA, EL REY Y EL CORONAVIRUS

El periodista espera que “quien pretenda anteponer ahora la identidad territorial o el celo por sus competencias al desafío que tenemos planteado se lo trague el desagüe de la Historia”. “No es tiempo de insolventes, ni de miopes, ni de idiotas”, ha añadido.

Alsina ha criticado la sorprendente ausencia del rey en la situación de emergencia que se vive. “Tendrá sus motivos el monarca. Los tendrá, pero yo no los alcanzo a ver”, ha señalado. Desde su punto de vista, en estas circunstancias duda sobre el nivel de importancia que la gente le dará a la crisis que se vive en Zarzuela por el conocimiento de la fortuna del rey Juan Carlos y la decisión del rey Felipe de renunciar a ella y retirarle a su padre su asignación de los presupuestos de la Casa Real.

«Quien esté libre del pecado de haber minusvalorado la epidemia debería abstenerse de tirar piedras”

Pero el periodista se aplica también la autocrítica y confiesa que fue un error que relativizara la importancia del impacto en China del coronavirus, cuando comparaba el número de casos con la población total de ese inmenso país. Por eso ha afirmado que “miro atrás y pienso quien esté libre del pecado de haber minusvalorado la epidemia debería abstenerse de tirar piedras”.

En su comentario en el programa “Más de Uno”, ha realizado un homenaje al personal de los hospitales, con un recuerdo especial a los residentes, a los contratados de urgencia y los que se estrenan ahora en una crisis tan importante.

En su opinión, el homenaje que todos los días se realiza aplaudiendo a las diez de la noche al personal sanitario debería hacerse extensible a otros trabajadores que están viviendo con la presión de las circunstancias excepcionales de la epidemia: las cajeras de los supermercados y los reponedores, los camioneros, repartidores…

Alsina opina que “a la sociedad hay que decirle la verdad”, por lo que, aunque triste por saber cómo crecerá el número de afectados, está a favor de que saber lo que se nos viene encima. El periodista ha aplaudido las medidas para ayudas a las personas sin hogar, que no tienen donde confinarse del virus.

Alsina ha recordado casos como el de un policía de Salamanca que ha tenido que abroncar a un ciudadano que no quería dejar de estar en la calle y encerrarse en su casa. “Algún día tendremos que volver sobre esto y preguntarnos por qué hace falta que nos obliguen a protegernos de un riesgo cierto”, ha dicho.