El coronavirus de Sánchez vs el ébola de Rajoy: Historia de dos varas de medir

Las comparaciones son odiosas. Y más si tienen que ver con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez;  concretamente entre su yo del pasado y su yo del presente. Las reacciones del líder socialista respecto a la crisis del ébola fueron tremendas. Elevó el tono y exigió la dimisión del entonces mandatario Mariano Rajoy por haber cometido graves errores. Sin embargo, ahora, la crisis del coronavirus ha dado a conocer a la sociedad y al mundo una dimensión nueva que se ignoraba cuando el Ejecutivo de Rajoy decidió traer a un infectado de ébola al país. Si la actuación de Rajoy era susceptible de reclamar dimisiones, la actual debería ser susceptible de reclamar algo más serio.

Sánchez ahora pide comprensión, diálogo y firmar en conjunto unos Pactos de la Moncloa. De dimisiones no se habla (solo Vox). Y la oposición del PP, por el momento, parece haber adoptado una posición más prudente y menos agresiva. Esto es lo que le decía Sánchez a Rajoy por la crisis del ébola. Un recopilatorio que deja clara una evidencia: la doble vara de medir que tanto se usa en política. Tanto desde un lado como de otro.

UNA MINISTRA INÚTIL

Para Sánchez, la gestión de la crisis del ébola tenía una clara culpable: la entonces ministra de Sanidad Ana Mato, un objetivo goloso, ya que su marido estaba inmiscuido de lleno en la Trama Gürtel y ella había lanzado algunas declaraciones bastante sorprendentes, como que no sabía como habían aparecido de repente un Jaguar y un Land Rover en su garaje. Aún así, el presidente Pedro Sánchez, entonces líder de la oposición, fue muy duro con ella, hasta el punto de culparla de la crisis, junto a Rajoy.

Ahora, a pesar de que el Gobierno dijera que en el país habría tan solo «uno o dos casos aislados» de coronavirus y de que las previsiones fueron bastante alejadas de la realidad, nadie pide dimisiones.