La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha explicado este miércoles que el Gobierno se abre a estudiar otras propuestas para que las comunidades autónomas establezcan otros criterios diferentes al límite provincial para el proceso de desconfinamiento.
La ministra ha respondido así a las quejas de algunas comunidades, como Cataluña o la Comunidad Valenciana, que piden que la desescalada se haga siguiendo las divisiones por departamentos o áreas de salud y no teniendo de referencia la provincia. «Nuestra preferencia es la provincia», ha señalado Ribera en una entrevista en Cadena Ser, recogida por Europa Press, en la que también ha mostrado «flexibilidad» con los gobiernos autonómicos si aportan una «propuesta justificada».
Así, Ribera ha destacado que el Gobierno central ha seguido la «unidad territorial» que permita disponer de «toda la información sanitaria», pero que también tenga sentido «desde el punto de vista socio-económico. «Podemos pensar que la referencia principal puede ser la provincia, pero no siempre es así (…) En otros sitios puede haber otras divisiones territoriales», ha justificado.
No obstante, ha insistido en que la provincia será «la referencia fundamental» en el caso de «si hay problemas» y hubiera que retroceder las fases de desescalada. La ministra también ha recalcado que las propuestas para establecer límites diferentes al provincial deben estar avaladas por «indicadores sanitarios, económicos, sociales y movilidad».
«GRUPOS REDUCIDOS CON CUATRO O CINCO PERSONAS»
Preguntada sobre el «grupo reducido» de personas que pueden visitar domicilios familiares en la fase 1 de la desescalada, Ribera ha afirmado que se irá definiendo el número de visitantes, aunque ha apuntado que podría ser de «un grupo pequeño, con cuatro o cinco personas».
Las visitas y reuniones entre familiares y amigos que vivan en una misma provincia se permitirán a partir del próximo 11 de mayo, siempre y cuando esa provincia cumpla los requisitos para poder pasar a la fase 1 del ‘Plan de Transición hacia la nueva normalidad’ que ha diseñado el Gobierno y que tienen que ver, entre otros marcadores, con la evolución de la epidemia en ese área geográfica y su capacidad para reaccionar ante un rebrote.
El Ejecutivo quiere evitar a toda costa que los grupos más amenazados por el nuevo coronavirus se vean expuestos a riesgos innecesarios por el aumento de los contactos sociales en ese periodo. Pero para todos los demás, será posible desde la fase 1 del llamado plan de desescalada quedar o visitar a familiares y amigos en sus domicilios respectivos o en terrazas de bares y restaurantes que podrán abrir para entonces con el 30% de las mesas que disponían la temporada anterior.