El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha pedido al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, que «se faje» con «su entorno de díscolos» y condene los ataques a las sedes de partidos políticos, que llevan cometiéndose sucesivamente desde que el preso de ETA Patxi Ruiz emprendiera una huelga de hambre.
A su juicio, la izquierda abertzale cree que condenar supondría «reconocer un fracaso de 50 años de estrategia política vinculada o en paralelo con el uso de la violencia», y teme la ruptura con «parte de su mundo» cuando queda algo más de un mes para las elecciones.
En una entrevista concedida a Onda Cero, recogida por Europa Press, Ortuzar ha recordado que mantiene «una polémica dura» con Arnaldo Otegi porque, cuando pide que «haya claridad» sobre los ataques a sedes del PNV y del PSE-EE «se hace el indignado y se rasga las vestiduras, diciendo que ellos no tienen nada que ver y por qué tienen que condenar».
«Da la sensación de que nos pintan a nosotros los batzokis y las casas de pueblo, nos agreden, nos insultan, y que la culpa la tenemos nosotros», ha indicado.
A su juicio, este es un problemas importante para la izquierda abertzale, que solo tiene que «decir tres palabras: ‘esto está mal’, ‘esto no se puede hacer'». «Es fácil y, mientras no haga eso, va a seguir atado a su pasado negro, y va a ser difícil para el resto de fuerzas políticas que podamos articular una relación normalizada con ellos», ha asegurado.
Para el líder jeltzale, los ataques a las sedes de partidos son «extemporáneos». Además, ha reiterado que no cree que Otegi «haya mandado a hacer eso» ni que sea «una estrategia de la dirección de la izquierda abertzale, pero eso sale de sus entornos, aunque sean entornos discolos».
«Fájate con ellos, cada uno tenemos en nuestras organizaciones gente con otros puntos de vista. No mires para otro lado, no digas que esto es una dinámica que no va con tu forma de actuar, porque ha salido de tu entorno. En Euskadi nadie duda de que es así», ha apuntado.
FRACASO
Andoni Ortuzar considera que el día en que la izquierda abertzale condene este tipo de actuaciones o los atentados cometidos por ETA, va a ser como «reconocer un fracaso de 50 años de estrategia política vinculada, de una manera o de otra, o en paralelo, con el uso de la violencia». «A mucha gente de ese movimiento, reconocer es fracaso es cómo asumir un fracaso vital y eso es complicado», ha añadido.
El líder del PNV ha puesto énfasis en que «el tema de los presos es lo que más une a esa amalgama de personas, gentes, grupos, colectivos que es la izquierda abertzale». «Si en esto, rompen o toman una posición muy clara, probablemente, una parte de su mundo lo vea mal y se distancie. Y esto, a un mes y pico de elecciones en las que están obsesionados con su alternativa al PNV, no les conviene para nada», ha indicado.
En esta línea, cree que prefieren asumir «las críticas de todos los demás, que poner en riesgo su unidad». A su juicio, se equivocan al no condenar los ataques a sedes de partidos y las acciones de ETA, porque «tendrán unidad entre los que están, pero nunca podrán ampliar su ámbito de influencia con ese tipo de comportamientos».