Estaba anunciado a los medios, pero la voz de Pedro Sánchez ha sorprendido a muchos españoles cuando ha cortado todas las emisiones en antena y ha aparecido, como en el Estado de Alarma, para dar la homilía-balance de los seis meses de Gobierno, crisis de la pandemia del coronavirus de por medio. Es inaudito que todas las cadenas, públicas y privadas, pinchen con Moncloa para escuchar el balance del Presidente del Gobierno. Más allá de si es permisible que se utilicen los medios públicos para dar un mitin, sin ningún viso de autocrítica, la comparecencia de Sánchez ha tenido dos momentos claves: la enunciación sanchista, con su tono y disposición sacerdotal, y la incomodidad de las preguntas de los periodistas. Dos han sido los temas sin respuesta: Pablo Iglesias y el Rey, temas en los que el presidente ha ofrecido silencios incómodos y risotadas varias.
SÍ AL GOBIERNO DE COALICIÓN
Después de que varios ministros del Gobierno, todos ellos del ala de Unidas Podemos, evidenciaran la fractura existente en el Ejecutivo por la salida de Juan Carlos I, los rumores que se vienen fraguando sobre un posible cambio en las alianzas del PSOE se han avivado. Todo comenzó con la forja de los apoyos para los presupuestos de 2021, con un Gobierno sentado a la mesa con Ciudadanos. Desde la formación naranja se ha mostrado como un simple seguimiento de los acuerdos alcanzados, pero el río lleva agua y a Pablo Iglesias ese agua no le gusta nada porque puede ahogarle. Máxime después del descalabro en Galicia y País Vasco.
A los mensajes de ayer de Pablo Iglesias y Alberto Garzón, se ha sumado hoy la entrevista bomba de Irene Montero, quien no ha dudado en criticar a sus compañeros del consejo de Gobierno y al presidente de no haber informado a la otra parte del Gobierno de Coalición. Eso sí, la voluntad de Sánchez siempre ha sido que el Gobierno de Coalición se mantenga vigente durante los próximos meses.. ups, no, lapsus, años.
