Melilla vive su peor momento después del final del estado de alarma el pasado 22 de junio en coronavirus porque después de mes y medio con apenas casos, con intervalos de dos semanas con cero positivos, ha visto como en los últimos cinco días se han registrado dos brotes con casos importados de Bélgica, Alemania y Málaga, que ha hecho pasar de un contagiado a 16.
Según los datos ofrecidos este miércoles por el Instituto de Gestión Sanitaria y la Consejería de Salud Pública, solo en esta jornada se han elevado en cuatro los casos, que vienen a sumarse a dos brotes, uno relacionado con una familia procedente de Bélgica y un segundo de un grupo de cinco melillenses de viaje en Málaga que tuvieron contacto con un positivo de Alemania.
A pregunta de los periodistas, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, ha descartado por el momento tomar medidas pero ha advertido que, si la situación empeora, «si hay que tomar alguna medida, se tomará».
La primera autoridad melillense ha subrayado que «antes que llegar a un confinamiento», como el que se vivió desde el 13 de marzo al 22 de junio con distintas fases, «se adoptarían medidas de control» si la situación en Melilla empeora.
Una de las situaciones que más preocupan es la del Centro de Acogida Temporal de Menores del Fuerte de Rostrogordo, donde tres de sus monitoras dieron positivos de covid-19 tras un viaje a Málaga. El Gobierno ha asegurado que ninguno de los cerca de 200 menores acogidos en el mismo ha tenido contacto con estas educadoras y, por tanto, ha admitido que de momento los menores seguirán saliendo del centro «porque están en régimen abierto», según ha reconocido por su parte el consejero del Menor, Mohamed Ahmed (CPM), si bien les aconsejan no abandonar las instalaciones.