El covid-19, queramos o no, ha supuesto y supone ya un hecho histórico. Un antes y un después en nuestras vidas que ha llegado para revolucionar todo lo que hay en nuestro entorno a todos los niveles tanto económico, social o político, entre otros muchos. Así, lo más urgente durante estos días es saber si contamos con algunos de los síntomas propios del coronavirus. Y para ello, es necesario hacerse las pruebas pertinentes antes de irnos de vacaciones, si aún no lo has hecho, y lo antes posible, y quedarte en casa antes de saber los resultados de las mismas, evitando así el contacto directo con otras personas por si el resultado fuera positivo.
Pero, antes de saber cuáles son los síntomas propios y únicos del coronavirus, debemos saber cuáles son sus principales diferencias con la gripe común. Un tema crucial para poder descifrar qué es exactamente lo que nos pasa, sobre todo de cara a las brotes de gripe comunes, que se presentarán como todos los años a partir de finales del mes de septiembre, a comienzos del otoño.
Los síntomas del covid en los diferentes gupos de edad
Las personas con COVID-19 han tenido una amplia gama de síntomas informados, que van desde síntomas leves hasta enfermedades graves. Los síntomas pueden aparecer de 2 a 14 días después de la exposición al virus. Las personas con estos síntomas pueden tener COVID-19: fiebre o escalofríos, tos, falta de aire o dificultad para respirar, fatiga, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza nueva pérdida de sabor u olor – y aquí radica la diferencia principal- tal y como recoge ‘El Centro de Control y Prevención de Enfermedades’ (CDC, por sus siglas en inglés), esta característica se da mucho, así como el dolor de garganta, congestión o secreción nasal y náuseas o vómitos, y diarrea. Sin embargo, las principales son la fiebre muy alta, la dificultad para respirar y el acusado sabor y olor distinto, o incluso, la pérdida del mismo.
Así, y en los diferentes grupos de edades, los niños y adolescentes presentarán síntomas propios de un resfriado común, los adultos tendrán en común normalmente la fatiga y la falta de aire, y en los mayores 65 años, puede darse trombosis.
