La Policía Municipal de Pamplona va a grabar sus actuaciones desde este viernes con unas pequeñas cámaras personales instaladas en los uniformes de los propios policías.
Esta medida se pone en marcha en la actual situación de alerta sanitaria derivada de la Covid-19 en un momento de constantes cambios normativos que regulan comportamientos de la ciudadanía.
Policía Municipal de Pamplona se suma así a otros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que también utilizan esta tecnología, ha explicado el Consistorio pamplonés en una nota.
En concreto, la Policía Municipal cuenta con un total de 26 cámaras que, de forma experimental, se llevan utilizando desde primeros del mes de julio, en concreto, desde las fechas de los ‘no Sanfermines’. Las cámaras se pueden colocar en el pecho o en el abdomen del policía. Tienen un peso entre los 27 y los 100 gramos y una capacidad de almacenamiento entre 8 y 32 GB, lo que supone entre 4 horas y dos días y medio de imágenes, según la calidad a la que estas se graben.
La experiencia de otros cuerpos señala ventajas en su utilización como la mejora de la transparencia en las intervenciones policiales, ya que todo queda grabado, o la disminución en la tensión de la intervención, ya que el saber que se está grabando la situación, provoca muchas veces un calmado del momento.
Además, se garantiza que las actuaciones resulten proporcionadas por parte de la policía y son evidencias ante la autoridad judicial si el asunto llega a los tribunales. Asimismo, esas grabaciones pueden ayudar a resolver investigaciones que se puedan llevar a cabo, han señalado desde el Ayuntamiento.
En este sentido, el Consistorio ha destacado que la Policía Municipal de Pamplona continúa a diario velando por la seguridad, la protección y la prevención de la ciudadanía.
Junto a los habituales requerimientos en materia de tráfico, cumplimiento de ordenanzas o persecución de ilícitos penales, la Policía Municipal de Pamplona desarrolla labores derivadas de la crisis del coronavirus como el control de los establecimientos de hostelería (aforos, distancias, mascarilla, bebida en el exterior, horarios, venta de alcohol a menores…), el cumplimiento de la reciente normativa de prohibición del botellón (con 100 euros de sanción) o el control del cumplimiento general de la normativa (uso de mascarillas, distancia social, reuniones en grupo, normativa en el comercio o en el transporte).