Todos nosotros aspiramos a tener una vida longeva y a mantener la máxima salud durante el mayor tiempo posible. Para ello, los hábitos de vida son un factor fundamental, especialmente la alimentación que es uno de los pilares básicos para prevenir enfermedades y aumentar la esperanza y la calidad de vida. La epigenética es la clave: el entorno juega un importante papel para hacer que los genes se expresen y se desarrolle (o no) una enfermedad. Utilizando un símil bélico, tenemos el arma cargada pero depende de nosotros que se dispare o no. Entonces, ¿qué tenemos que comer para que nuestros genes no se ‘enfaden’? Los antioxidantes son los elementos básicos porque, tal y como dice su nombre, se encargan de disminuir el estrés oxidativo que va dañando y envejeciendo las células del cuerpo.
3BENEFICIOS DE LA VITAMINA E
Los efectos que tiene sobre el organismo el consumo de vitamina E son tantos que no podemos dejar de incluirla en nuestra dieta. Comenzaremos destacando su capacidad antioxidante que neutraliza los radicales libres que se forman por factores externos como la alimentación, el tabaco, la contaminación o los rayos UV. Los radicales libres son unas moléculas que se acumulan en las células y las dañan. Otro beneficio es que protege la salud de las arterias, ya que mantiene los vasos sanguíneos dilatados para que no se formen coágulos. Es decir, evita, o disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, la vitamina E mantiene el sistema inmune en óptimos condiciones para combatir virus, bacterias y otros agentes invasores. También se ha comprobado que el tocoferol está relacionado con un menor riesgo de padecer cataratas con la edad.
