Vox sólo ha conseguido sumar en el Congreso el apoyo de Ciudadanos a una moción que pedía al Gobierno de Pedro Sánchez garantizar unas elecciones «libres y sin actos de violencia» en Cataluña una vez que el presidente de esa comunidad, Quim Torra, las convocase.
Esta moción era consecuencia de la interpelación que a finales de junio dirigió los de Santiago Abascal dirigieron al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pidiéndole que garantizase el normal desarrollo de los comicios vascos y gallegos ante las agresiones que denunciaron estar recibiendo durante esas campañas.
Un texto que Vox tuvo que actualizar, vía enmienda, dado que el debate de esta iniciativa ha tenido lugar casi tres meses después, para que el Gobierno asegurase unos comicios «libres y sin actos violentos» con vistas a la próxima cita con las urnas en Cataluña.
EL PP SE HA ABSTENIDO
El PP presentó otra enmienda para extender esa garantía a todos los procesos electorales en España, si bien Vox no la aceptó, por lo que los de Pablo Casado han optado finalmente este jueves por la abstención pese a que durante el debate de la propuesta su diputada Edurne Uriarte compartió el grueso de esta reivindicación.
Pero tanto el PP como Ciudadanos sí quisieron dejar claro en sus intervenciones este miércoles en el Pleno que Vox no es el único partido que sufre agresiones o acoso por parte de grupos radicales o violentos.
También lo hicieron el resto de grupos parlamentarios, que censuraron el «victimismo» del partido de Santiago Abascal, que llegó a acusar al Gobierno de practicar la «violencia política» y quien llegó a señalar a Marlaska como «responsable» de las agresiones sufridas por sus dirigentes en los últimos meses.