Un estudio de la Unidad de Epilepsia del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y el Grupo de Investigación en Epilepsia del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha determinado que el confinamiento tiene efectos negativos en pacientes con epilepsia.
Los investigadores han observado que «el insomnio, la ansiedad o la falta de recursos económicos» que provocaron las medidas de confinamiento durante el pico de la pandemia del coronavirus dificulta el control de las crisis epilépticas, ha informado la Vall d’Hebron este miércoles en un comunicado.
El trabajo, publicado en la revista ‘Acta Neurologica Scandinavica’, se ha basado en una serie de encuestas telefónicas a 255 pacientes con epilepsia durante sus visitas de control que se llevaron a cabo entre el 16 de marzo y el 17 de abril de 2020.
Durante el mes que duró el estudio, los investigadores detectaron que el control de las crisis epilépticas empeoró en 25 de los pacientes participantes, que cerca de la mitad de los encuestados tuvo ansiedad o depresión durante el confinamiento, y que un alto porcentaje de pacientes experimentó cambios en sus pautas del sueño.
El estudio también ha permitido observar que los pacientes valoraron positivamente las visitas a distancia de los sanitarios y ha determinado que el uso de la telemedicina sería de ayuda para que los profesionales pudieran ofrecer una mayor atención a sus pacientes, especialmente aquellos más vulnerables.
RIESGO ANTE EL COVID-19
Por otro lado, el estudio no ha sido concluyente en la vinculación del Covid-19 con la epilepsia, tal como explica la investigadora clínica del Grupo de Investigación en Epilepsia del VHIR y primera autora del trabajo, Elena Fonseca: «Los datos están en línea con la idea de que la epilepsia en sí misma no aumentaría el riesgo de desarrollar Covid-19 grave».
«Todas las personas de nuestro estudio que fueron diagnosticadas con Covid-19 presentaban otros factores de riesgo importantes, como la edad avanzada; pero el diseño del estudio no permite extraer conclusiones definitivas en este sentido», ha explicado Fonseca, que ha indicado que cinco de los pacientes encuestados fueron diagnosticados con el virus, y dos de ellos murieron.
Estos hallazgos, han indicado desde la Vall d’Hebron, deberían confirmarse en nuevos estudios ya que en este caso únicamente se analizaron los datos de los pacientes con un resultado positivo en la PCR -5 en total-, prueba que, en el momento del trabajo, no se realizaba de manera rutinaria en la mayoría de casos leves de Covid-19.
De la misma forma, han añadido, sería necesario un estudio prospectivo para conocer en mayor profundidad los efectos del confinamiento y de la Covid-19 en la epilepsia.