Así eran y son ahora las corralas de Madrid

Podemos decir de Madrid que es una de las ciudades por excelencia. La capital guarda secretos, jardines de ensueño, rincones, que ni los madrileños conocen. Sin embargo, hay otras cosas que marcan su esencia castiza y su tradición. Por supuesto, estas son conocidas por la mayoría, aunque no pertenezcan a la ciudad. Una de esas cosas, por ejemplo, son las corralas que guardan muchos de sus edificios.

Muchas de sus calles más conocidas, como la Tribulete, guardan espacios abiertos donde están las más famosas. En este caso, se levanta la corrala con más reconocimiento, pues cuenta incluso con el distintivo de ser patrimonio nacional de 1977. En otras ocasiones, continúan existiendo en edificios humildes donde los vecinos hacen y viven su día a día.

Mismos espacios, con matices diferentes. Así eran y así son ahora las corralas de Madrid.

Una de las corralas más famosas de Madrid

corralas madrid tribulete

Cuando subimos la calle Tribulete, una de las más conocidas de Madrid, y dejamos atrás la plaza de Lavapiés, otro de los barrios más castizos, podemos ver cómo llegamos a un espacio abierto y con encanto donde se encuentra la que es en la actualidad una de las corralas más famosas de la capital, aunque existen muchas más.

Desde el año 1977, se convirtió en patrimonio nacional. Sin embargo, desde su época de ensueño, ha cambiado mucho. Aquí podemos vislumbrar todos los cambios que ha sufrido la ciudad a lo largo de los años. Muchas han sido las transformaciones en los edificios, aunque lo tradicional sigue perviviendo en el corazón de la ciudad.

Muchas personas no conocen este tipo de espacios hasta que no se mudan a Madrid. Son espacios llenos de pasillos. Una especie de patio central donde poder hacer vida con los demás vecinos, llenos de cuerdas de tender la ropa y donde se respira un ambiente tranquilo y apacible.