Participantes en el encuentro ‘Una nueva era para la investigación del cáncer: hacia la implicación de toda la sociedad’, organizado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) con motivo del Día Mundial de la Investigación del Cáncer, han reclamado el aumento de los recursos para la investigación del cáncer y la necesidad de agilizar los procesos para que los resultados de las investigaciones lleguen antes al paciente.
«La inversión en ciencia, aunque haya aumentado tímidamente en los últimos presupuestos, ni siquiera está en los niveles anteriores a 2010, antes de que empezara a notarse la crisis económica. Los recortes en ciencia han destruido mucha ciencia y mucha capacidad de atraer talento», ha afirmado en el encuentro la directora del CNIO y jefa del Grupo de Telómeros y Telomerasa del Centro, Maria Blasco.
«La sociedad tiene que levantarse contra esta situación, tenemos que estar vigilantes con las promesas que se hacen desde la política. Invertimos poquísimo en la investigación del cáncer respecto a los países de nuestro entorno, menos de la mitad que Francia y menos de la tercera parte que Alemania. El cáncer es un problema de salud pública de primer orden que afecta a muchas familias», ha resaltado el jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Pulmón h22O-CNIO y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, Luis Paz-Ares.
El otro aspecto destacado durante el encuentro ha sido la necesidad de «acelerar los procesos». «Es fundamental que no pase tanto tiempo entre el descubrimiento básico y el fármaco. Este es nuestro reto más inmediato porque la investigación siempre va por delante de los tratamientos», ha señalado la directora del CNIO.
Además, han advertido de que con la pandemia de COVID-19, la situación se ha agravado. «Se han retrasado los programas de ensayos clínicos y se han reducido a la mitad los diagnósticos de cáncer en numerosos países», ha asegurado Paz-Ares.
Francis Mojica, profesor titular del Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, considerado el padre de la técnica de edición genética CRISPR, ha impartido la conferencia magistral ‘Resolviendo enigmas, combatiendo dolencias, deleitándonos con CRISPR’.
Mojica ha expuesto cómo puede ayudar la edición de genes a tratar el cáncer de distintas maneras. «Una de ellas, tremendamente útil, es la identificación de dianas terapéuticas. Una de las ventajas de CRISPR es que permite hacer cribados de todo el genoma. Hay 20.000 genes que codifican proteínas. Se hacen estudios en los que se modifican todos los genes de ese genoma para ver qué pasa y así averiguar qué genes están relacionados, por ejemplo, con el desarrollo de la leucemia o con 30 tipos de cáncer distintos. Y también podemos ver cuál es el efecto de eliminar la función de esos genes», ha detallado.
Al tratarse de una enfermedad genética, el cáncer es una de las dolencias cuyo estudio más se beneficia de esta tecnología. «Sus mejoras continuas garantizarán una investigación oncológica cada vez más sofisticada, y abren la vía a futuras terapias de medicina de precisión que se dirijan específicamente contra las células tumorales», ha asegurado el profesor.
Y, respecto a las terapias, Mojica ha resaltado que con CRISPR «se ha conseguido curar un tumor inyectándole las herramientas de estas técnicas». «Con una variante que se llama CRISPRa se activa la expresión de varios genes para eliminar un tumor», ha añadido Mojica.
Respecto a las aplicaciones de CRISPR, Mojica ha abordado también su uso, por ejemplo, en las plantas para, entre otras cosas, «aumentar su capacidad para mejorar los fármacos contra el cáncer que se producen con ellas o para evitar el uso de componentes tóxicos en ellas que pueden tener relación con adquisición del cáncer». También son útiles estas técnicas enfocadas a la prevención, por ejemplo, consiguiendo que algunas plantas tengan muy bajo nivel de nicotina.
En cualquier caso, según Mojica, la técnica CRISPR es mejorable: «Queda aún mucho espacio para mejorar la eficacia y robustez de estos sistemas y, en consecuencia, su seguridad».