El escritor Antonio Pérez Henares ha publicado la novela ‘Cabeza de Vaca’ (Penguin Random House), en la que cuenta la historia del conquistador español «que mejor comprendió» el modo de vida indígena en el siglo XVI.
Preguntado por el derribo de estatuas en algunos puntos del mundo con motivos de las movilizaciones anti-racistas, el autor de la obra ha criticado que «a este paso acabarán juzgando las pinturas de Altamira porque el hombre era cazador».
En su opinión, estas generaciones, «incapaces» de hacer su propia historia, «quieren juzgar a la humanidad entera». «Han empezado por tirar la estatua de Colón o la de Junípero Serra, el gran defensor de los indios apaches. Hay que ser asno», ha lamentado.
Para el escritor, se trata de una generación «absolutamente inútil, vaga y cebona». «No han hecho nada y parece que ahora pretenden imponer la doctrina ‘me too’ a toda la humanidad. Van con el móvil para hacerse la foto y documentar su heroicidad por tirar la estatua de alguien de hace 500 años», ha lamentado.
«¿Cómo vas a juzgar a cualquiera con los parámetros de 500 años después?, Es que no se salva nadie, eso es ridículo», ha asegurado Pérez Henares, quien ha achacado el derribo de estatuas a la «hispanofobia alentada por una corriente que se supone progresista y acertada que niega toda la historia de España».
En este sentido, ha añadido que «se niega toda la historia de España» y «se la condena de origen». Se niega todo, se habla de que todos los que defendemos eso somos fachas, pero uno procura conocer la cultura que tiene con sus luces y sus sombras», ha defendido.
«Fachas somos todos los que hablamos así del Descubrimiento de América, que dicen que fue un genocidio. Lo dicen aquí, no sólo en Estados Unidos, esto es atroz, una ignorancia brutal», ha subrayado el autor.
En este contexto, ha afirmado que la ignorancia «conlleva avergonzarse» de la historia de España e incluso «a odiarla». Para combatir eso, Pérez Henares ha apostado por «acercarse a la historia desde el conocimiento, sin juzgar desde el parámetro de ahora y poniendo las cosas en su momento».
Por ello, el escritor ha asegurado que Cabeza de Vaca «era un gran hombre antes y lo hubiera sido ahora». «Me gustaría que los idiotas que tiran estatuas vean quién fundó la ciudad de Los Ángeles. Los matrimonios eran mestizaje puro, esos son los fundadores de Los Ángeles», ha dicho.
CABEZA DE VACA, UN CONQUISTADOR «ATÍPICO»
La nueva obra de Pérez Henares muestra la «increíble» epopeya vital de Cabeza de Vaca, un conquistador «atípico», que convivió durante años con multitud de etnias norteamericanas, a las que «comprendió y defendió», pugnando por una diferente forma de lograr implantar el dominio español en el Nuevo Mundo.
El autor ha destacado que Cabeza de Vaca fue el «primer gran caminante de América» y que había sido conquistador, prisionero y esclavo de los indios, pero luego fue «el gran chamán blanco» de las tribus de Estados Unidos.
Cabeza de Vaca, según ha explicado el escritor, era un «gran sanador» y tenía ciertos conocimientos de cirugía de su época de soldado, llegando a extraer una flecha a un jefe indio. El conquistador español, que tenía un «gran carisma» y una «enorme capacidad de comprensión», acaba siendo el «gran defensor de los indios».
«Es muy importante que los españoles conozcan su historia, porque tenemos un déficit alucinante y lo que conocemos lo hacemos mal. Estamos recreando nosotros la Leyenda Negra», ha apuntado.
En este punto, ha insistido en que lo que hace España en el siglo XVI es «inaudito», ya que le dice al mundo que el mundo que se conoce «no es así, sino que es más del doble». «Eso fue el Descubrimiento de América», ha sentenciado.
España, según ha indicado el autor, construye un imperio «no colonial», un elemento que «distingue mucho» del imperio colonial inglés. «El imperio español es un imperio a la romana, el inglés es colonial», ha precisado.
La obra está dedicada a Miguel de la Quadra Salcedo porque fue quien le descubrió a Pérez Henares el personaje de ‘Cabeza de Vaca’. Juntos siguieron los pasos del conquistador español en la Ruta Quetzal.
«El personaje me fascinó por lo que era, por lo que significaba y por lo que hizo. Le dediqué el libro a Miguel, tiene algo del uno y el uno del otro. Cuando veo caminar a ‘Cabeza de Vaca’ en la portada de alguna manera veo también caminar a Miguel», ha concluido el escritor.