La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado la condena a seis años de prisión impuesta por la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense a un hombre que intentó asfixiar a su expareja con un albornoz.
El tribunal lo consideró culpable el pasado mes de julio de un delito de homicidio en grado de tentativa, con la concurrencia de la agravante de parentesco, en concurso con un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar.
Así, el TSXG ha desestimado el recurso interpuesto por el condenado, que alegaba que había desistido en la acción de asfixiarla, y determina que la decisión «no fue voluntaria», ya que «el acometimiento» finalizó cuando la víctima consiguió propinarle una patada a una mesa de cristal. Fue en ese momento cuando el agresor, que estaba sobre ella, se levantó, y que la mujer aprovechó para llegar gateando a la puerta y pedir auxilio a una vecina.
Los magistrados han considerado acreditado que el procesado pretendía «acabar con la vida» de su excompañera sentimental, pues utilizó una de las mangas del albornoz «a modo de soga», se dirigió al cuello de la víctima y ejerció una presión que «buscaba su asfixia». Además, los jueces han rechazado la solicitud del condenado de que le atenuasen la pena por trastorno mixto de la personalidad y dependencia de sustancias estupefacientes.
El TSXG también ha desestimado el recurso de las acusaciones, quienes pedían la aplicación de la agravante de alevosía, pues entiende que «los términos de la discusión previa y el hecho de que la apelante intentase zanjarla alejándose, impiden conceptuar el ataque como sorpresivo».
HECHOS
La sentencia hace referencia a unos hechos ocurridos en el año 2018, cuando el hombre tenía prohibido acercarse a menos de 300 metros de la víctima o comunicarse con ella. Pese a ello, iba con frecuencia al domicilio de la mujer porque tenía llaves.
En la madrugada del 15 al 16 de diciembre, al regresar ella a su casa, se lo encontró en el interior y tuvieron «una fuerte discusión», en la que ella le pidió que la dejara en paz. Él replicó que «si no era para él, no era para nadie» y, en un momento dado, cogió un albornoz y enrolló una de las mangas en el cuello de su expareja.
El texto relata que la tiró al suelo y se subió a horcajadas sobre ella apretando. La mujer notaba que se quedaba sin aire. Finalmente, ella logró dar una patada a una mesa de cristal y, al levantarse el agresor, logró escapar y pedir ayuda a una vecina.
La mujer sufrió varias lesiones como consecuencia de la agresión, para las que necesitó atención médica y de las que tardó 32 días en recuperarse.