Los expresidentes de Bolivia y Ecuador Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente, han mostrado su apoyo y solidaridad con el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, por los «ataques» recibidos tras la petición del juez Manuel García Castellón ante el Tribunal Supremo para que se le investigue en el marco de la pieza ‘Dina’.
Morales ha expresado en Twitter su «solidaridad y apoyo» a Iglesias, al entender que es «víctima de ataques constantes» por parte de quienes «no respetan los principios democráticos y se benefician de la inestabilidad y de la violencia».
En la misma red social se ha manifestado Correa, quien también ha asegurado que Iglesias es «víctima de ataques constantes» por parte de aquellos «a los que no les importa la estabilidad democrática en España, sino tan solo sus mezquinos intereses».
MÁS MUESTRAS DE APOYO
No es la única muestra de apoyo que ha recibido el secretario general de Podemos durante estos últimos días. El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ya trasladó el pasado viernes su respaldo a Iglesias y criticaba el «hostigamiento judicial» que se produce contra las formaciones políticas de izquierda.
Otros dirigentes europeos dejaron constancia también su solidaridad con Iglesias como es el caso de la copresidenta del grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea en el Parlamento comunitario, Franziska Maria ‘Ska’ Keller.
«Quiero expresar mi total solidaridad con el vicepresidente Pablo Iglesias que está siendo atacado por quienes quieren desestabilizar la coalición progresista en España. Debe prevalecer la democracia», demandó la eurodiputada.
El dirigente de Syriza y vicepresidente del Parlamento Europeo, Dimitrios Papadimoulis, dio su apoyo a Iglesias para subrayar que los «ataques» contra él y Podemos se dirigen también al resto de formaciones de izquierda que luchan «por soluciones democráticas y por alternativas progresistas».
SU SITUACIÓN CENTRARÁ LA SESIÓN DE CONTROL EN EL CONGRESO
El juez de la Audiencia Nacional elevó una exposición razonada al Tribunal Supremo para solicitar que investigue a Iglesias, debido a su condición de aforado, por el delito de daños informáticos, revelación de secretos y denuncia falsa por su presunta implicación en la ‘pieza Dina’.
La semana pasada, el vicepresidente aseguró que no concibe «ni como mera hipótesis» el que pueda ser imputado. «Es absolutamente imposible, no va a ocurrir», zanjó ayer.
La situación judicial del vicepresidente segundo marcará gran parte de la sesión de control de este miércoles en el Congreso, un Pleno al que inicialmente el líder de Podemos no iba a acudir, pero en el que finalmente sí estará presente e incluso responderá a sendas preguntas del PP y Vox.