San Jacobos: trucos para que estén tiernos por dentro y crujientes por fuera

No es un Cordon Bleu, ni un escalope ni tampoco un cachopo asturiano. Los San Jacobos reivindican su propia personalidad, que no es otra que carne rebozada con poco misterio pero mucho éxito. Aunque casi en cada región tiene alguna particularidad, hoy nos atrevemos a recomendarte una receta sencilla y unos trucos para que te salgan tiernos por dentro y crujientes por fuera. ¿Te animas?

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Variedades

Y si no hay acuerdo en el tema del origen tampoco lo hay en cuanto a las variedades. Especialmente controvertido es el tema del relleno, pues nos podemos encontrar San Jacobos de pollo, de cerdo, de ternera, de jamón y hasta de cinta de lomo. En algunas zonas sustituyen el típico queso en lonchas por un queso viejo o más curado. También nos encontramos diferencias en el tamaño que tiende a hacerse más grande cada vez, tratando de competir así con el cachopo asturiano.