El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha avanzado que Galicia «no se opondrá» a que haya en España restricciones nocturnas «con base en criterios epidemiológicos previamente pactados» según la incidencia de la pandemia, pero ha rechazado hablar de «toque de queda» o de «estado de alarma» dado el «coste reputacional» que, bajo su punto de vista, el uso de estas denominaciones supone para el país.
«La posición de la Comunidad es clara. Sí que estamos a favor de que haya restricciones en función de los problemas que se registren. Restricciones nocturnas con base a criterios epidemiológicos previamente pactados, sí. Toque de queda y estado de alarma, no», ha sentenciado Feijóo, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta.
Lo ha trasladado después de trascender que el Ministerio de Sanidad va a proponer a las comunidades, en el marco del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que en las zonas de mayor incidencia de contagios de coronavirus, se cierren los establecimientos con servicio no esencial, como por ejemplo los bares, a las 22.00 horas y se recomiende a la población no salir de sus domicilios.
Al respecto, Feijóo ha recordado que el Gobierno gallego ha impuesto restricciones en la franja diurna, ha vetado en algunas zonas de la Comunidad reuniones más allá de la «burbuja familiar conviviente» e incluso autorizado el cierre perimetral de varios municipios para impedir que la pandemia avance.
Por ello, ha argumentado que no sería coherente rechazar que restricciones de este tipo puedan dictaminarse, si lo aconseja la situación, para el horario nocturno. Eso sí, ha advertido de que un toque de queda generalizado sería «desproporcionado» y ha apostado por adoptar este tipo de medidas en zonas donde lo aconseje la incidencia o sea evidente que hay «transmisión comunitaria», no brotes puntuales y concretos.
DIFERENCIAR ENTRE LOS ÁMBITOS RURAL Y URBANO
Tras insistir en que todas las medidas impulsadas en Galicia están validadas por el comité clínico, el presidente ha dado por hecho que los expertos del mismo verían bien restricciones que, en lugares específicos donde sea preciso, incidan en preservar la «burbuja familiar conviviente» y, en horarios en los que ya no hay desplazamientos laborales o al colegio, se apueste por evitar espacios públicos.
Pero ha insistido en que esta decisión no debe adoptarse «porque sí», sino en base a unos criterios epidemiológicos pactados con las comunidades, y diferenciando entre problemas «graves y menos graves» o entre los ámbitos rural y urbano. Lo contrario solo contribuiría a incrementar la «alarma» en relación a España en el contexto internacional.
LEGISLACIÓN Y CONFERENCIA DE PRESIDENTES
Asimismo, a la espera de lo que el Gobierno ponga sobre la mesa, ha insistido en pedir una ley que permita actuar a los servicios de salud autonómicos sin recurrir a la vía del estado de alarma que, bajo su punto de vista, solo sirve para «profundizar en el desprestigio» que tiene España «con sus datos» epidemiológicos de la pandemia.
También ha reclamado, frente a «improvisaciones y frivolidades», reservar «una parte» de la Conferencia de Presidentes del lunes para abordar la situación y evolución de la pandemia.
MENSAJE A LOS CIUDADANOS: CUIDADO EN AMBIENTES FAMILIARES
En clave general, el presidente ha constatado este jueves el «empeoramiento» de la situación epidemiológica, aunque Galicia está «comparativamente mejor» que la media estatal. En esta coyuntura, ha avanzado que habrá que ser «firmes» y ha llamado a los ciudadanos a «estar preparados» para la restricción de libertades con el fin de preservar «un bien» superior, la vida de las personas.
Tras reivindicar que la gallega «sigue siendo la Comunidad con menos camas ocupadas en UCI y en plantas de hospitales», ha advertido que «ell empeoramiento» de la situación epidemiológica indica que se acerca el momento de «ser firmes y claros», decir «las cosas como son» y «estar preparados para restricciones en lo que respecta a las libertades».
«La pandemia nos obliga a elegir entre un mal menor y un mal mayor», ha proclamado el presidente gallego, antes de esgrimir que España está «cada vez en una situación más crítica», lo que obliga a «las partes que la integran» a estar en una situación de «alerta permanente».
En este escenario, ha justificado las decisiones adoptadas en la Comunidad y ha reivindicado «la burbuja familiar conviviente» como el entorno más seguro, al tiempo que ha apelado a no bajar la guardia en otras visitas o reuniones con familiares y amigos.
Lejos de que no exista riesgo en ambientes familiares, ha esgrimido que los datos «indican lo contrario», la «relajación» puede favorecer que el peligro aumente. Finalmente, frente a «conductas temerarias», el presidente ha «contrastado» el «civismo generalizado» de la población gallega.