El vicelehendakari primero y ceonsejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha asegurado que no hay «riesgo inminente» de colapso sanitario en Euskadi por la situación de la pandemia del coronavirus, y ha añadido que se realiza «un esfuerzo» para intentar evitar el confinamiento total.
En una entrevista concedida a Onda Cero, Erkoreka ha señalado que, en estos momentos, no hay en Euskadi riesgo «inminente» de colapso sanitario, aunque ha admitido que «hay una cierta preocupación porque el número de ingresos aumenta», y puede generar problemas dentro de unas semanas.
Por ello, ha explicado que el Gobierno Vasco ha adoptado las nuevas medidas restrictivas, ahora en vigor, para impedir que las cifras de ingresos, tanto en hospitales como en UCIs, «se conviertan en alarmantes en poco tiempo».
«Nos anticipamos y tomamos estas medidas para cortar la transmisión del virus e impedir que lleguemos a esa situación extrema. Hoy por hoy, no estamos en una situación todavía peligrosa y el sistema tiene capacidad de crecimiento», ha recordado.
El vicelehendakari ha considerado que hay que ser optimistas porque «esta situación difícil» que se vive por la pandemia «no va a eternizarse, no es para toda la vida», y se irá superando. «El túnel es oscuro y largo, pero tiene salida al final. Ese punto de optimismo no lo podemos perder, si no queremos desplomarnos como sociedad», ha advertido.
No obstante, ha dicho que, al mismo tiempo, hay que ser «cautos» y adoptar las medidas necesarias para evitar «que la cosa se tuerza y que el punto de luz al final del túnel se aleje cada vez más».
CONFINAMIENTO TOTAL
Josu Erkoreka ha indicado que «el esfuerzo» de todas las administraciones públicas va encaminado a un confinamiento general. «Todo el mundo da por supuesto que un confinamiento total como el que tuvimos en el mes de marzo y abril sería fatal para la economía y también para el equilibrio psicológico de muchísima gente», ha indicado.
Por ello, se trabaja para que ese escenario «no se tenga que llegar a producir». «Mientras tanto, se adoptan medidas restrictivas de derechos, de la movilidad, que se pueden sobrellevar razonablemente y, por supuesto, no ahogan la economía. Ahogar la economía ahora es ahogar nuestras perspectivas de futuro definitivamente», ha aseverado.
A su juicio, las medidas que se han adoptado en Euskadi «son bastante restrictivas» porque el toque de queda nocturno va a suponer que, de las 23.00 horas a las 6.00 horas, «no va a haber ninguna actividad en la calle», cuando en verano se produjeron «algunos brotes muy delicados» procedentes del ocio nocturno. También ha citado, entre otra de las medidas «importantes», la de no poder salir del término municipal.
Josu Erkoreka cree que en el Estado español «hay un tronco común» a la hora de hacer frente a la pandemia, pero la diferencia respecto al régimen que estuvo vigente entre los meses de marzo y junio pasados es que, entonces, era «uniformizante» porque «no había espacio» a que cada comunidad pudiera optar «por enfocar de manera autónoma la lucha contra la pandemia».
Sin embargo, ha señalado que ahora «hay un tronco común mínimo y el Estado pone a disposición de las comunidades autónomas una serie de instrumentos» para que las autonomías tomen las medidas que consideren en base a su realidad epidemiológica, sin que los tribunales se lo impidan, como ha sido el caso de Euskadi. «Eso es positivo», ha afirmado.
Sobre el hecho de que se haya procedido en Euskadi al confinamiento de todos los municipios, ha recordado que la Comunidad Autónoma Vasca «es muy pequeña», y ha apuntado que el flujo cotidiano de personas «es inmenso entre territorios». «En un país tan pequeño, con una movilidad humana tan grande, se puede justificar perfectamente que las medidas que se adopten, por lo menos para los primeros quince días, sean uniformes», ha apuntado.
SANCIONES
Erkoreka ha afirmado que, en los primeros días de aplicación de las restricciones, éstas se deben «socializar» y, por eso, ahora la labor de la Ertzaintza y de las Policías Locales se centra en informar a la ciudadanía de las medidas «que hay que respetar».
No obstante, ha dicho que los controles se intensificarán a partir de este viernes de cara al fin de semana para impedir que haya desplazamientos a otras comunidades autónomas o municipios. «Se va a ejercer un control riguroso, con el aparato coercitivo que sea necesario, con multas o expedientes sancionadores que haya que tramitar», ha manifestado.
En cuanto al próximo domingo, Día de todos los Santos, ha dicho que, quien tenga sus seres queridos fallecidos en el cementerio local en el que resida, podrá visitarles «con las medidas de seguridad establecidas», pero ha precisado que, «quienes los tenga en un municipio distinto, que no sea estrictamente el contiguo, no podrá hacer esa visita hoy por hoy».
Por ello, cree que estas visitas se pueden realizar otro día porque hay que velar por la seguridad y la sanidad pública, «que es lo prioritario».
También considera que las Navidades se celebrarán de forma «inusual, excepcional», sin la reunión de la familia «en el sentido amplio». «No va a ser posible celebrar las Navidades como hasta ahora, desde el punto de vista de la movilidad de las personas y la posibilidad de reunirse toda la familia en torno a una mesa. Pero que sea todo para preservar el futuro y para asegurar que el año que viene esto vaya a ser posible, con el mayor número de personas posible», ha remarcado.
SITUACIÓN DEL PERSONAL SANITARIO
El vicelehendakari ha mostrado su «más absoluto respeto» a los trabajadores sanitarios, que están pensando en realizar una huelga, para dar a conocer sus reivindicaciones, pero ha apuntado que, en la situación actual de pandemia, con unas cifras «crecientemente preocupantes, no es precisamente acertado tomar una medida de este tipo ahora».
Por ello, cree que los sindicatos «deberían dar una vuelta a este asunto y pensar si su actuación es prudente, responsable y se corresponde o no con el llamamiento» que se está haciendo desde todas las instancias «a actuar con responsabilidad, de cara a poder superar el handicap de la pandemia».