El presidente del PP, Pablo Casado, ha anunciado este lunes que si gana las próximas elecciones generales y llega al Palacio de la Moncloa derogará la «injusta» ‘Ley Celáa’, pero ha añadido que en este momento su partido saldrá a la calle para recoger firmas contra esta reforma de la educación y presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional. También ha expresado su disposición a acudir a las instituciones europeas.
«El PP va a salir a la calle para recoger firmas y parar esta contrarreforma educativa por la exclusión del castellano como lengua vehicular y para garantizar la libertad educativa, ha manifestado Casado en la Junta Directiva de Nuevas Generaciones del PP, que ha convocado formalmente el XV Congreso de la organización juvenil para los días 23 y 24 de enero.
Casado ha afirmado que con la ‘Ley Celaá’ –que se votará este jueves en el Pleno del Congreso– el Gobierno de coalición «ha cruzado una línea roja» porque «a cambio» de aprobar los Presupuestos «ha decidido excluir» el castellano «como lengua vehicular en toda España. «Esto es algo que no entenderían en ningún lugar del mundo», ha exclamado, para recordar que el español lo hablan 500 millones de personas en el mundo.
El jefe de la oposición ha señalado que el PP va a salir a la calle para recoger firmas diciendo a los españoles que «se comprometan a través de su firma» para poner un «freno» a esta norma, que su partido recurrirá en el TC «en cuanto sea aprobada».
ACABAR CON «DISPARIDAD» DE LA EDUCACIÓN EN LAS CCAA
El presidente del PP ha indicado que su partido también acudirá a las instituciones europeas, que, según ha añadido, hoy han dicho que «los países tienen obligación de hacer leyes educativas con un consenso parlamentario porque si no van a fracasar».
Además, ha subrayado que las recomendaciones de la Comisión Europea en relación con los fondos europeos señalan que hay que «acabar con la disparidad de la educación» en las autonomías porque eso «también cotiza en bolsa».
«Vamos a ir a las instituciones europeas para que se garantice la libertad de elección educativa y la libertad para que se pueda uno educar en la lengua común de todos los españoles», ha abundado el líder del PP.
Tras denunciar el «sectarismo de la izquierda» con la educación, el presidente del PP ha adelantado además que su partido, en cuanto llegue al Gobierno, «derogará esta injusta ley» y volverá a «un sistema educativo justo, equitativo y de calidad» como el que, a su juicio, se empezaba a reflejar con la actual ley de educación.
Así, Casado ha señalado que la ley vigente conocida como ‘Ley Wert’ por el ministro de Educación del PP que la impulsó, comenzaba a dar buenos resultados con bajada del fracaso y el abandono escolar, pero ha criticado que ahora la «mayoría Frankenstein» pretenda derogarla.
APUESTA DEL PP POR LA LIBERTAD DE ELECCIÓN
Casado ha reivindicado la apuesta del PP por la libertad de elección de los padres, el bilingüismo, la digitalización, las nuevas tecnologías y la FP dual, al tiempo que ha defendido la educación concertada, especial y diferencial.
«¿Por qué a una familia con un hijo con algún tipo de discapacidad, que necesita más refuerzo educativo o médico, se le priva de tener colegios de educación especial tan excelentes como tenemos en España?», se ha preguntado el presidente del PP, que ha saludado que los jóvenes del PP lleven un lazo naranja en señal de protesta por la ‘Ley Celáa’.
‘GÉNOVA’ MOVILIZA A SUS CARGOS EN TODA ESPAÑA CONTRA ESTA LEY
El PP ha empezado a movilizar a todos sus cargos territoriales contra esta reforma educativa del Gobierno, en una ofensiva por toda España para «parar» la norma. Esta campaña servirá de base al recurso que Pablo Casado va a presentar ante el Constitucional.
«Ayúdanos a parar la ‘Ley Celáa’. Porque a todos -familias, centros, docentes y alumnos- nos une el mismo objetivo: un sistema educativo de calidad que contribuya a una sociedad mejor», asegura el PP en su campaña contra esta norma que la Vicesecretaría de Organización del PP ha trasladado a todos sus presidentes provinciales.
Según el PP, la reforma educativa de PSOE y Unidas Podemos supone «la imposición de un modelo único, estatal y laico que pondrá fin a la pluralidad educativa actual». Sin embargo, considera que aún se está a tiempo de pararla.