Uno de los grandes problemas del uso de las mascarillas es que, al utilizarse de forma continuada, como ocurre en quienes deben usarla en el trabajo durante largas jornadas laborales, pueden provocar molestias en las orejas, el cuello, la nuca y el rostro.
Como solución a este problema presente en los modelos convencionales de este elemento de protección contra el coronavirus, un asturiano llamado Daniel Alagüero ha patentado una mascarilla sin gomas. Te contamos como son.
4TRES OPCIONES DE USO
Las mascarillas magnéticas inventadas por este avilesino permiten su uso de tres modos diferentes. La primera de ellas es para usarla cuando se empleen gafas. Esta evita que se pueda apretar el rostro, ya que se acopla bien y, además, protege de forma eficaz.
Por otro lado, está pensada también para quienes no usan gafas, que pueden utilizarla con facilidad; y también para el personal sanitario. En este último caso, los imagenes implementados son de un tamaño mayor para ofrecer una mayor estabilidad. Además mantiene sus propiedades para proteger al mismo tiempo que impide que queden marcas en el rostro.
Además, tienen la ventaja de que, tras quitarla, es más fácil de dejarla en cualquier lugar seguro, ya que no hace falta manipularla. Gracias a su imán se puede colgar o adherir en cualquier prenda.
