Uno de los grandes problemas del uso de las mascarillas es que, al utilizarse de forma continuada, como ocurre en quienes deben usarla en el trabajo durante largas jornadas laborales, pueden provocar molestias en las orejas, el cuello, la nuca y el rostro.
Como solución a este problema presente en los modelos convencionales de este elemento de protección contra el coronavirus, un asturiano llamado Daniel Alagüero ha patentado una mascarilla sin gomas. Te contamos como son.
EL PROBLEMA DEL USO DE LAS MASCARILLAS CONTRA EL COVID-19
Las mascarillas se han convertido en el Equipo de Protección Individual indispensable (y obligatorio) para hacer frente a la pandemia sanitaria del Covid-19. Su uso es necesario para evitar la propagación de un virus que sigue cobrándose víctimas alrededor de todo el planeta.
Estas se pueden encontrar en el mercado de diferentes tipos y con diversos diseños estéticos y funcionales, si bien, la gran mayoría tienen el mismo inconveniente: su comodidad.
Para cualquier persona que las usa durante apenas unas pocas horas o minutos puede no ser un gran problema pero sí para los profesionales que deben llevarla puesta durante ocho horas o más en su puesto de trabajo. Con el paso de las horas y los días, pueden llegar a provocar molestias en la cara, orejas, cuello y nuca.
