El Gobierno marroquí ha evitado reaccionar oficialmente a las declaraciones de Podemos y otros partidos en relación con el Sáhara Occidental y los incidentes en Guerguerat porque distingue las posiciones de las formaciones políticas de la posición del Gobierno.
«Marruecos no comenta tuits o declaraciones de partido, trabaja con el Gobierno», ha dicho una fuente diplomática marroquí, recalcando que la relación política entre ambos países es «de Estado».
Hasta el momento, el único comunicado del Gobierno español sobre los incidentes en Guerguerat lo difundió el Ministerio de Exteriores el viernes 13 de noviembre, después de que el Ejército marroquí disolviera las protestas que los saharauis habían comenzado el 21 de octubre, para expresar su apoyo a los esfuerzos del secretario general de la ONU «para garantizar el respeto del alto el fuego» e instar a las partes «a retomar el proceso negociador».
Este miércoles, Podemos emitió un comunicado en el que afirmaba que «no basta con pedir el cese de las hostilidades armadas», sino que España tiene una responsabilidad «histórica y jurídica» con su excolonia y debe trabajar para que la ONU cumpla con el mandato de organizar un referéndum.
Previamente, el domingo, el secretario general de Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno tuiteó un texto del Consejo de Seguridad de la ONU de 1995 que hace alusión a celebrar «sin más demora, un referéndum libre, limpio e imparcial para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental.
Nada de eso ha generado reacciones públicas de Marruecos, pero está por ver qué sucederá si las tomas de posición pasan al plano institucional.
Por lo pronto, el PNV ha registrado esta semana una proposición no de ley para ser votada en la Comisión de Cooperación al Desarrollo del Congreso en el que pide la retirada de las tropas marroquíes de Guerguerat y una «salida negociada, basada en la libre voluntad expresada por el pueblo saharaui». El texto es susceptible de enmiendas por todos los grupos.
En febrero, Marruecos no dudó en pedir explicaciones cuando el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, recibió en el ministerio a una representante del Frente Polisario y la describió como «ministra» de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), una entidad no reconocida por España.
En aquella ocasión, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, llamó por teléfono a su colega española, Arancha González Laya, que aclaró que la posición de España sobre el contencioso «no ha cambiado.
La última conversación entre ambos ministros de la que se ha informado públicamente fue el 22 de octubre, un día después de que comenzasen las movilizaciones en Guerguerat, un paso fronterizo separado de Mauritania por una franja que el Polisario considera «territorio liberado» hasta donde llegó la semana pasada el Ejército de Marruecos.
CUMBRE BILATERAL EN DICIEMBRE
Entre tanto, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, viaja este viernes a Marruecos con el aumento de la migración irregular hacia Canarias en lo más alto de la agenda política en España y el 17 de diciembre está prevista la Reunión de Alto Nivel (RAN), la Cumbre bilateral entre los dos Gobiernos, con asistencia de varios ministros, que no se celebra desde 2015.
En el Congreso español, los diputados han empezado también a movilizarse con la constitución del ‘intergrupo’ para el Sahara Occidental. Este grupo es transversal y habitual en todas las legislaturas, pero en esta ocasión aún no se ha había creado y volvió a constituirse este miércoles, precisamente en plenas tensiones.
De ello informó en Twitter el diputado de IU Enrique Santiago, afirmando que el grupo va a «trabajar para que la autodeterminación del Sáhara sea una realidad lo antes posible».
Junto al mensaje publicó una foto en la que puede verse a varios diputados con el delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, al que se refiere como «embajador en España». A la reunión también asistió el presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara).
En la fotografía puede verse al propio Santiago junto a Joan Josep Nuet y Marta Rosique, del Grupo Republicano; Lucía Muñoz, de Podemos; Néstor Rego, del BNG; Joan Baldoví (Compromís), Josune Gorospe (PNV) y Miguel Ángel Jerez (PP).
Fuentes parlamentarias han informado a Europa Press de que también formarán parte de él Valentina Martínez Ferro (PP), Gerardo Pisarello (En Comú), Antón Gómez-Reino (Galicia En Comú), Inés Sabanés (Más País), Sergi Miquel (Junts) y Ana Belén Fernández Casero (PSOE).