¿Tienes plan para esta noche? Te proponemos una cita que lejos de ser romántica es histórica, y es que esta noche podrá verse un fenómeno astrológico que no se da desde hace cuatrocientos años: la conjunción de Júpiter y Saturno.
En efecto, la conjunción de Júpiter y Saturno sucedió por última vez en 1623. O no exactamente, ya que las órbitas de ambos planetas lo hacen cada veinte años de forma recurrente, sin embargo no lo hacen tan cerca como esta vez, y eso es lo excepcional.
La conjunción de Júpiter y Saturno culmina esta noche a pesar de que lleva tiempo produciéndose. Miles de científicos y personas interesadas en la astronomía se han organizado para el acontecimiento que se podrá apreciar a simple vista. Sin embargo, los expertos recomiendan hacerse con unos prismáticos o un telescopio con los que además de la conjunción ambos planetas se podrán ver los anillos de Saturno y los satélites de Júpiter.
¿Cómo se puede ver?
Así, si quieres ver la conjunción de Júpiter y Saturno y asistir a las explicaciones pertinentes acerca del fenómeno, muchas instituciones científicas o divulgadores van a realizar transmisiones a través de las redes sociales o sus páginas web. Obviamente, la pandemia de coronavirus impide las reuniones físicas en dichas instituciones o en lugares óptimos en cuanto a visibilidad.
Si prefieres verlo por tu cuenta, recuerda que tienes que mirar al cielo tras la puesta de sol, en dirección oeste, y un poco por encima de la línea del horizonte – 20 grados para ser exactos -. Lo que verás será una única estrella brillando, con la sensación de estar muy cerca – aunque esté a más de 800 millones de kilómetros – y que oculta el hecho de que sean dos planetas enormes que se han acercado mucho.
No es la estrella de Belén
El hecho de que la conjunción de Júpiter y Saturno se produzca en una fecha tan próxima a la Navidad, ha generado todo tipo de especulaciones sobre si este fenómeno es el equivalente a la estrella de Belén, el lucero que guio a los Reyes Magos de Oriente hasta el portal. Sin embargo, no hay ninguna evidencia científica de que en dicha fecha se produjese una conjunción de planetas, ni tampoco se diese una explosión de estrellas o supernova.