El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha reivindicado este miércoles el jarabe democrático de los escraches, cuando éstos se producían contra dirigentes del PP, al tiempo que ha asegurado que es muy «doloroso e intimidante» haber recibido acoso en su domicilio.
Iglesias se ha expresado así en una entrevista en TVE, tras ser preguntado si se arrepiente de haber utilizado la expresión «jarabe democrático», utilizada por el propio líder de Podemos cuando altos cargos del PP durante el mandato de Mariano Rajoy sufrían escraches.
«Los movimientos por una vivienda digna hicieron cosas importantes para ponerlo en agenda, y si alguien está sugiriendo que es merecedor de que cometan un delito contra una persona por lo que haya podido decir… a mí me van a acusar de haber dicho muchas cosas. Nunca me he callado», ha asegurado.
Así, Iglesias ha reivindicado el haber sido capaz de decir cosas «que muy poquitas personas se han atrevido a decir», aunque eso le acarree estar en el «punto de mira de la ultraderecha y de ciertos poderes» que, a su juicio, le harían «cualquier cosa siempre y cuando pudieran hacerlo con impunidad».
En esta línea, Iglesias ha insistido en que es quien es y ha llegado «hasta aquí diciendo las cosas» que ha dicho. «Nos ha costado mucho estar donde estamos», ha reconocido, para después señalar que «quien comete un delito, quien acosa y quien intimida tendrá que enfrentarse a los tribunales».
El vicepresidente, que ha dicho que «comparar a la ultraderecha con lo que» hace la Plataforma de Afectados por la Hipoteca es «inaceptable», ha dejado claro que no va a ir «de víctima aunque sea muy doloroso e intimidante» recibir acoso en su propia casa.
«Cada uno puede decir lo que quiera, y hay gente que por hacer política le han torturado y le han metido un tiro en la cabeza. Lo que se hace con nosotros no se ha hecho prácticamente nunca en este país. Han ido de manera ininterrumpida durante ochos meses y hecho cosas que jamás antes se habían consentido», ha sostenido.