Cómo hacer un caldo de pollo para calentar el cuerpo a cualquier hora

Cuando llega el frío, una de las formas más sencillas y deliciosas de calentarnos es preparando un perfecto caldo de pollo. Su sabor gusta a todo el mundo y tomarlo bien caliente hará las delicias de aquellos que necesitan que su cuerpo entre en calor con urgencia. Y es que, con muchos termómetros marcando temperaturas bajo cero, no encontramos mejor momento para ponernos manos a la obra.

En el caso de que la cocina no sea tu fuerte, tampoco habrá ningún problema. Estamos hablando de una receta fácil y rápida que se ha ido elaborando generación tras generación. Es cierto que, en cada familia, quedan los trucos ancestrales de nuestras abuelas. Sin embargo, si no tenemos bien apuntada la elaboración, también podremos empezar a crear nuestra propia tradición.

Este invierno no pases frío. Descubre cómo hacer un caldo de pollo para calentar el cuerpo a cualquier hora.

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Trucos para mejorar el resultado

trucos resultado

Aunque el caldo de pollo es muy sencillo de cocinar y tan solo nos llevará una mañana el poder prepararlo, sin tener que estar pendientes cada cinco minutos, existen algunos trucos con los que podremos mejorar aún más el resultado. Cuando esté cocinado, colaremos el caldo con el objetivo de retirar los huesos sobrantes. Después, lo volvemos a cocer para reducir. Con 15 minutos será suficiente.

En la superficie, veremos que quedará una pequeña capa de grasa. Es mejor retirarla de forma sencilla. Un truco, por ejemplo, es colocar el caldo frío en frascos e introducirlos en el frigo durante unas dos horas. Después, la grasa se habrá quedado arriba y podremos quitarla sin problema alguno. Es recomendable, por tanto, contar con un par de frascos de este tipo con el objetivo de congelar nuestro caldo o consumirlo. Así, nunca nos faltará y podremos elaborar otro tipo de creaciones.

No debemos asustarnos al sacar el caldo del frasco, que quedará de forma muy gelatinosa debido al colágeno que contiene. En cuanto se caliente, quedará como un caldo normal, solo que tendrá un sabor intenso, no tendrá grasa y el resultado será exquisito. Este tipo de elaboraciones serán perfectas para tomarlas bien calientes los días de frío con el objetivo de calentar nuestro cuerpo.