El presiente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado las nuevas medidas de restricción para aplacar el avance de coronavirus, con tres decisiones «inevitables» para «frenar en seco» al COVID-19 y que pasan por adelantar el toque de queda a las 22.00, cerrar perimetralmente todos los municipios y cerrar hostelería, centros comerciales y lugares de ocio en general. Por su parte, el toque de queda finalizará a las 7.00 horas.
En rueda de prensa, ha aseverado que estas tres decisiones «tienen que conseguir una reducción drástica» de la incidencia acumulada, apuntando que con las mismas herramientas, ya aplicadas hace días en seis localidades del entorno de la gerencia sanitaria de Manzanares, están funcionando, ya que se han reducido a la mitad los nuevos casos computados.
Cierre de hogares de jubilados, de bares, restaurantes, hostelería y pubs, exceptuando locales que en virtud de especiales características sea esencial, como en hospitales para usuarios, establecimientos hoteleros para clientes o comedores escolares. Sí se permitirá el reparto a domicilio de comida hasta las 22.00 horas.
Asimismo, se produce el cierre de los centros comerciales que tengan más de 300 metros cuadrados de superficie o cualquiera que dispense algún producto que no sea esencial.
Se cierran locales de apuestas, se suspenden visitas sociales en centros de mayores y viviendas tuteladas; cines, teatros, gimnasios, saunas, bibliotecas y conferencias quedan suspendidos; actividades deportivas federadas pueden realizarse sin público; y las visitas culturales se reducen a grupos de 6 personas como máximo. Los mercadillos se limitarán a un tercio del aforo; se cierran parques y jardines a las 22.00 horas.
De igual modo, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha tomado la palabra para pedir a la ciudadanía responsabilidad a la hora de limitar los contactos más allá de los convivientes.
«Ya habrá tiempo cuando tengamos un tratamiento de poder ser como somos, pero ahora nos toma estar limitados. A todas estas restricciones, tenemos que recomendar que los encuentros sean de convivientes», ha pedido.
A esta petición se ha sumado García-Page: «Se trata de darle tiempo a la vacuna, a la medicación y al sistema sanitario para atender no sólo el COVID, sino también a otros pacientes».
PEDIRÁ LA MODIFICACIÓN DEL ESTADO DE ALARMA
Aunque estas medidas se aplican «con carácter indefinido» se revisarán dentro de diez días. Con todo, espera que en la próxima reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad se adopten más medidas con carácter general a nivel nacional.
De este modo, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, planteará en la próxima cita del miércoles modificar el estado de alarma para unificar horarios «y plantear un mensaje único entre Estado y comunidades autónomas».
Asimismo, Fernández Sanz también ha pedido ya comparecer en las Cortes regionales para explicar las decisiones que se han tomado este lunes, momento que García-Page ha aprovechado para solicitar «la mayor comprensión y colaboración» de los partidos y demás instituciones y entidades públicas y privadas. «Todo esto resulta muy incómodo, pero no estamos aquí para estar acomodados y hay que estar a las duras y a las maduras», ha remachado.
«NO TENEMOS MÁS OPCIÓN»
García-Page ha recordado que Castilla-La Mancha ha sido «de las comunidades autónomas más permeables» y de las que «más han escuchado las distintas sensibilidades que se ven afectadas» por la pandemia. «Hemos estado en la banda más moderada», ha aseverado.
Sin embargo, ha considerado que es «evidente» que a día de hoy no hay más alternativa que la de tomar estas medidas, que han demostrado, ha dicho, su eficacia. «No tenemos más opción».
En este punto, ha querido insistir en que las tomadas son medidas «que funcionan y están comprobadas» y que no son novedosas porque la mayoría de las regiones «han sido más duras que Castilla-La Mancha».
Así, ha manifestado que le gustaría que las medidas «tuvieran un razonable consenso en toda España», considerando las ventajas de tener «un mensaje único por encima de cualquier ideología y competencia administrativa».
PIDE UN DESPLIEGUE POLICIAL «CLARO»
Para el cumplimiento de las medidas, García-Page, que se ha reunido este lunes con la presidenta regional de la FEPM, Tita García Élez, así como con el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca, y los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Comunidad Autónoma, ha pedido que haya «un despliegue claro» de Policía, Guardia Civil y las policías locales para ayudar a que las decisiones tomadas sean efectivas.
«Se trata de hacer un despliegue para ayudar al repliegue de la ciudadanía en un espacio domiciliario», ha profundizado, reiterando que el objetivo es «que la movilidad se restrinja a lo mínimo indispensable, trabajar, educar, formarse, comprar lo más elemental y los servicios públicos básicos esenciales».
EVITAR EL COLAPSO SANITARIO
Además, el presidente regional ha justificado las medidas en una cuestión «clave» para tener bajo control a medio largo plazo a la enfermedad, como es evitar el colapso sanitario.
En este sentido, ha especificado que la sanidad no tiene «ningún colapso sanitario» actualmente pero empieza a notar «una presión creciente», por lo que ha apuntado que «es mejor frenar ahora que lamentarnos después».
«Queremos frenar antes de que nos encontremos con dos compromisos, en los hospitales y en el sistema de rastreo», ha señalado, indicando que los centros hospitalarios están a un tercio de la presión que tuvieron durante la primera ola, pero alegando que no se puede «alegar ignorancia» ante la creciente presión que están sufriendo.