miércoles, 11 diciembre 2024

La OMS avisa de que cada año se diagnostican unos 200.000 casos de lepra en el mundo

El embajador de Buena Voluntad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Eliminación de la Lepra, Yohei Sasakawa, ha avisado de que cada año se diagnostican unos 200.000 casos nuevos de lepra en todo el mundo y de que millones de personas viven con algún tipo de discapacidad como consecuencia de la enfermedad.

«Las personas afectadas por la lepra siguen sufriendo discriminación, reforzada en algunos países por leyes obsoletas que hacen que la lepra sea motivo de divorcio, impiden que las personas con la enfermedad participen en la vida pública o imponen otras restricciones a sus actividades», ha señalado con motivo del Día Mundial de la Lepra, el último domingo de enero.

En este sentido, Sasakawa ha recordado que las mujeres y los niños son particularmente vulnerables a las consecuencias sociales y económicas de la enfermedad. «Superar la lepra implica más que un diagnóstico y un tratamiento tempranos», ha dicho, para comentar que también requiere un cambio de mentalidad para que la lepra deje de ser una fuente de vergüenza o prejuicio.

Dicho esto, ha destacado la necesidad de eliminar todas las barreras en el camino de quienes buscan atención médica. «Debemos eliminar los obstáculos que impiden que las personas afectadas y sus familias vivan con dignidad y disfruten de todos sus derechos humanos básicos como miembros de pleno derecho de la sociedad», ha apostillado.

A su juicio, la Estrategia mundial contra la lepra de la OMS para 2021-2030 generará un «impulso renovado», y las organizaciones de personas afectadas por la lepra son cada vez «más influyentes y sus llamamientos al cambio más poderosos». Del mismo modo, ha destacado que el Relator Especial de la ONU sobre la lepra está trabajando «incansablemente» para asegurar que los principios y directrices sobre la eliminación de la discriminación contra las personas afectadas por la lepra y sus familiares se apliquen plenamente.

«Creo que algún día lograremos un mundo sin lepra. Pero a lo largo del camino, debemos lograr una sociedad inclusiva en la que todos tengan acceso a tratamientos y servicios de calidad, y un diagnóstico de lepra ya no conlleve la posibilidad de consecuencias físicas, sociales, económicas o psicológicas devastadoras», ha apostillado.