El extesorero del PP Luis Bárcenas ha señalado en un escrito remitido a la Fiscalía Anticorrupción que la caja ‘b’ del partido acumulaba en 2008 «algo más» de un millón de euros, de los cuáles unos 900.000 euros fueron destinados a la remodelación de la sede nacional de la formación política.
Así lo dice en el documento que envió el pasado 26 de enero al Ministerio Público, , y que se da a conocer justo cinco días antes de que la Audiencia Nacional comience a juzgar el presunto pago con dinero en ‘b’ de dichas obras, por el que Bárcenas se enfrenta a cinco años de prisión.
En este escrito, en el que asegura que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy tenía conocimiento de la existencia de una contabilidad paralela en el partido, explica cómo funcionaba la misma: «Estos fondos -caja B- se nutrían con carácter general de donativos o aportaciones efectuadas por personas relacionadas con empresas beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas».
Según indica Bárcenas –que entre 1.990 y 2008 fue gerente de los ‘populares’–, estos donativos se realizaban directamente al que fuera tesorero del partido, el fallecido Álvaro Lapuerta, quien «apuntaba estas entregas en tarjeta de visita para su constancia».
Así, destaca que «en el ejercicio de 2007, existían unos ingresos anotados en esta contabilidad paralela -contabilidad B- por cuantía de unos 500.000 euros, y en el ejercicio 2008, de algo más de 1.000.000 euros, de los que se destinaron, entorno a 900.000 euros, con cargo a aquellos fondos -B- a la remodelación de la sede del Partido Popular en Madrid, en la calle Génova número 13».
Recuerda que en este periodo de tiempo, Rajoy era el presidente del PP, Ángel Acebes era el secretario general y Álvaro Lapuerta el tesorero del partido.
APORTACIONES FUERA DEL CONTROL DE TRIBUNAL DE CUENTAS
Añade que parte de los donativos «no se recogían en la contabilidad que la formación política presentaba al Tribunal de Cuentas con la finalidad de poder destinarlas a otros fines, con el fin de poder substraerlas al control del que aquel tribunal era competente».
Bárcenas explica a los fiscales que, en muchas ocasiones, las donaciones eran ingresadas en efectivo, «fraccionando las cantidades en tantos abonos como fuesen necesarios para no superar la cuantía de 60.000 euros». Otras veces, «era indiferente que se superara, incluso, el citado límite», puntualiza.
Parte de las cantidades aportadas se guardaron en una caja fuerte que se encontraba situada en el despacho de Bárcenas en la sede del PP, dice el escrito, que también apunta que era el entonces tesorero del PP, Álvaro Lapuerta, quien decidía y «gestionaba» el depósito de este dinero.
En este sentido, sitúa a Lapuerta como la persona que llevaba el «control de los ingresos y salidas, en relación a la previsión de los gastos a los que hubiera que atender para el Partido Popular», como fueron los costes de la reforma de la sede del partido que tuvieron lugar entre 2005 y 2010; o «el pago de retribuciones, complementos de sueldo, compensaciones para personas vinculadas con el Partido Popular».
Según Bárcenas, entre las personas que cobraron «complementos salariales» se encuentran Mariano Rajoy, los exministros María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes (ex secretarios generales del partido), Federico Trillo, Rodrigo Rato; el expresidente del Senado Pío García Escudero y el ex diputado Jaime Ignacio del Burgo.
COMPRA DE ACCIONES DE LIBERTAD DIGITAL
Por último, en el escrito también hace referencia a otra de las cuestiones que se juzgarán a partir del próximo 8 de febrero, la suscripción de acciones de Libertad Digital. El extesorero del PP relata que Lapuerta realizó dicha acción a finales de 2004 por importe aproximado de 140.000 euros «con los fondos procedentes de la caja b».
Me pidió que se los facilitara, y así hice, de la caja fuerte que se encontraba en mi despacho», destaca Bárcenas en su escrito, en el que apostilla que el motivo de esta suscripción fue «a consecuencia del aumento de capital social» que se realizó por este medio de comunicación y su «afinidad» a las ideas del partido.
Concluye que tres años después, en 2007, se enteró de que Lapuerta había vendido las acciones, pero que desconoce el precio de venta y que, en cualquier caso, el dinero no se devolvió a esa caja ‘b’.